En enero del 2016 Pablo Torres finalizó "The Sky Road", su primera novela negra. Los casos de su investigador privado, Tadeus Kunzt, tendrán continuación con "El laberinto de los niños perdidos", obra en la que actualmente trabaja; y "La secta de color púrpura", título provisional. El paso de Pablo Torres a la novela negra está en su deseo de narrar su tiempo desde el hiperrealismo, o realismo actual (no tiene nada que ver con el realismo social). La novela negra le permite adentrarse en todas las facetas de las vidas de las personas, conformando un relato duro, no exento de humor, descarnado.
SINOPSIS.- Tadeus Kunzt, investigador privado, recibe un sobre
anónimo con una invitación para ir a Irlanda, a Dublín y Clifden. El viaje y
los gastos corren por cuenta de su anónimo “benefactor”. Luego recibirá un
segundo sobre, con una carta: le pide que se desplace hasta Kilkenny, pueblo
irlandés junto al río Nore, para resolver un asunto complejo. Tadeus sospecha
que le están utilizando, que alguien le maneja a capricho con oscuros fines. Y
se propone saber quién está detrás de tan sorprendentes invitaciones.
En Madrid, a través de su agencia, en la que
también trabajan Eduardo y Laura, resuelven casos poco importantes, aunque
económicamente rentables: bajas médicas fraudulentas, espionaje entre
empresarios, informes para padres sobre las salidas nocturnas de sus hijos…
Ivana, inspectora de Policía, irrumpe en la vida de Tadeus como un torbellino.
Su relación, intensa y salvaje, tendrá fuertes altibajos.
Pablo Torres se adentra con “The Sky Road” en
la novela negra para narrar las miserias
de su tiempo, miserias de una sociedad construida sobre la desigualdad y la
injusticia, con apariencia de justicia e igualdad, donde nada es lo que parece:
los políticos son peleles en manos de banqueros, empresarios y especuladores
financieros, que roban a manos llenas; la policía investiga lo que quiere
investigar, mirando para otro lado cuando quiere proteger a los grandes
delincuentes; los jueces, un entrenado ejército de togas rabiosas, garantizan
la impunidad de los poderosos, salvo contadas excepciones…En medio de toda esa
escoria social, Tadeus Kunzt trata de sobrevivir como persona, sin someterse o
venderse. Sabe que sólo se vive una vez y no quiere pasar por este puto mundo
como un miserable.
-¿Por qué novela negra?
-Porque permite situar a los personajes en su medio, en su tiempo. Tadeus es un hombre sensible, harto de todas las miserias que carcomen nuestra sociedad. Detesta el capitalismo, el sistema político más corrupto que nos devuelve al feudalismo con apariencia de democracia. El capitalismo es tan tóxico que ha puesto el planeta en peligro: todo lo mide en dinero. Capitalismo y democracia son incompatibles.
-¿Exceso de miedos?
-Diariamente nos inyectan dosis de miedo para manejarnos como a asustados adolescentes. Tadeus Kunzt es una voz en el desierto: quizá algún despistado pueda despertar, abrir los ojos y entender que estamos dentro de una pesadilla. Pero poco más. La gente quiere diversión, drogas, playas, sexo extremo, grandes viajes, comilonas... en planeta Tierra les importa un carajo o el futuro de los hombres como especie. A fin de cuentas somos primates mal evolucionados, extremadamente peligrosos.
-¿Cuando hablas de literatura industrial, lo haces por resentimiento?
-Hoy sólo se puede hablar de "literatura industrial". La función social de la literatura debería ser "contar la vida". La Literatura actual es entretenimiento para masas, sin ninguna función social. No es bueno que la gente piense, que tengan su propia opinión. Publican los autores que responden a los perfiles que quieren los editores, no los mejores. Y no quieren una Literatura de compromiso, dura. Si no publicas y te quejas te llaman envidioso, resentido, frustrado... El capitalismo tiene a sus autores: uno de los más representativos es Vargas Llosa, un tipo reaccionario, de la peor derecha. Y nos dicen que es un demócrata... una broma pesada.
Tenemos obras maestras del pasado, totalmente olvidadas: Orwell nos dejó "1984", que adelantaba un futuro totalitario; o las obras de Albert Camus... hay muchos más autores, grandes autores, que escribieron contando la vida. En España tenemos a Luis García Montero entre los mejores, con un comportamiento ético ejemplar.
-¿Tadeus Kunzt es un tipo infeliz?
-Puedes vivir tu vida de mil formas y ser feliz, aunque no exista la felicidad. La felicidad es una sensación temporal. Todo depende de cómo quieras pasar por este mundo. Si eres un miserable, sin escrúpulos, sin entrañas, serás "feliz" en este lodazal; si eres una persona sensible, lo pasarás mal; si eres un luchador, te partirán la cara... Tadeus puede dar la sensación de que es un tipo huraño, que quiere sexo y que le dejen en paz. Pero la realidad es un hombre que sufre con las injusticias que siempre machacan a los pobres. Y cuando conoce al amor de su vida, resulta que se le cruza una segunda mujer con fuerza y carácter. Y lo pasa mal, sin saber qué decidir, cuestionándose si tiene que decidir entre una o la otra.
-He leído ya alguna opinión sobre "The sky road". ¿Conoces lo que dicen, estás de acuerdo con lo que dicen?
-No creo que deba opinar sobre lo que opinan de "The sky road" o sobre Tadeus Kunzt. Cada persona lo verá de una manera, en función de su formación personal y su sensibilidad, en función de sus experiencias. La experiencia, en las distintas facetas de la vida de las personas, es importante para hacer valoraciones adecuadas o acertadas. Pueden verle como un resentido o alguien desencantado, pueden verle como un obseso sexual que utiliza a las mujeres, pueden verle como un ser sensible con sus contradicciones... todos tenemos muchas facetas que conviven y se manifiestan, según las ocasiones. Para mí, Tad Kunzt es una persona especial, un anti-héroe si se quiere. Pero quiere ser humano y comportarse como humano. Moverse en medio de la delincuencia no le hace olvidar que la mayoría de las personas, en nuestra sociedad, viven la vida de forma sencilla sin robar, asesinar, injuriar, insultar...
-Irlanda, Madrid, Tadeus Kunzt, Pablo Torres...
-Y John Cleggan y Clifden y Howth... Autor y personajes tenemos cosas en común, de la misma forma que españoles e irlandeses llevamos en nuestro ADN la memoria del hambre, aunque ahora parece que lo hemos olvidado. Hay cosas maravillosas en Irlanda, sin olvidarme que hay otras que no me gustan nada. Pero todos los países tienen sus pros y sus contras.
-¿Cómo es tu relación con tus personajes?
-Aunque pueda creer que los manejo, son independientes. A partir de mis ideas originales y de lo que quiero, luego ellos funcionan por su cuenta. Hago esquemas, mapas por los que transitar; pero al final se mueven a su antojo. Se me van de las manos, piensan por su cuenta. Lo compruebo cuando escribo: hasta que no llego al final del capítulo, no sé lo que he escrito. Yo quiero decir unas cosas, ellos expresan otras. Puedo reconducirlos algo en la segunda o tercera lectura, aunque siempre se me escapan.
-¿Crees que vas a saltar a las editoriales comerciales?
-No lo sé. Me gustaría. Es una contradicción, porque me muevo en círculos marginales, independientes, desconocidos. Muy pocos lectores conocen mis obras, pero no me preocupa. Sería bueno llegar a miles de lectores, para contarles mis historias y que mis historias les abrieran los ojos. Pero no lo tengo claro. Recuerdo que presenté hace años a concurso "El doncel", sin que nadie lo supiera. Quedé finalista, cuarto, en un premio de novela histórica, el ciudad de Toledo. Fue la única novela finalista que MR no quiso publicar. ¿Motivos? El director entonces de esa editorial era un indeseable, un reaccionario (supongo que ahora también lo será). Intentaré que alguna editorial comercial se fije en mi obra, la editen y pueda llegar a miles de lectores. Pero tengo pocas esperanzas.
John Cleggan
Clifden, Ireland, 3 de abril 2016
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