viernes, 7 de diciembre de 2012

"EL CUPLÉ DE LA GEISA", TRECE AÑOS DESPUÉS





En diciembre de 1999 publiqué El cuplé de la geisa, una novela difícil de clasificar, con mezcla de géneros, en una sociedad incapaz de entenderse sin etiquetas; aunque las etiquetas, bien puestas, son necesarias. Publicar un libro en diciembre de 1999 es condenarlo a la vejez, en unos pocos días. Porque en menos de treinta días cruza un año y se sitúa en el 2000. Y un año después, en el 2001, ha atravesado un siglo, del XX al XXI. Cronológicamente, en poco más de 365 días, pasó a ser una novela de un siglo terminado, aunque las diferencias entre los últimos años del siglo XX y los primeros del siglo XXI son mínimas. Pero El cuplé de la geisa mantiene su lozanía, su desparpajo desvergonzado.
            En El cuplé de la geisa hay una historia visible: el protagonista se obsesiona con robar un caballo de carreras y busca las ayudas de un grupo de hampones para realizar su dislocado plan. Pero bajo esa historia subyacen otras historias menos truculentas: narran la locura actual de la sociedad occidental, en tiempos de bonanza capitalista –actualmente sufrimos la vesania del capitalismo más salvaje y anti-social–. Y esas historias, bien leídas y analizadas, tienen un trasfondo de gran dureza.
            Distintos lectores han querido etiquetar El cuplé de la geisa como “novela bárbara” con ribetes grotescos, para diferenciarla de otros géneros novelescos tradicionales; aunque no deja de ser una novela off hiperrealista, dentro de lo que sería el hiperrealismo sucio, de perfil norteamericano. Ocurre que está escrita en clave de humor y el humor genera despistes, confusiones; mucho más cuando algunos personajes del entramado recuerdan a los pícaros de la novela picaresca española.

LITERATURA INDUSTRIAL.- Hace muchos años que la Literatura dejó de tener una función social, de explicar el mundo y contar la vida, para transformarse en escrituras banales para el ocio y el entretenimiento. Es la Literatura industrial, impuesta por las grandes y medianas editoriales.
Hay autores que escriben industrialmente para grandes masas. Fabrican best-sellers para el entretenimiento. Esos autores, fatuos y arrogantes, forman tribus, viven de subvenciones, se reparten premios literarios, escriben artículos en periódicos de difusión mundial, asisten a tertulias políticas, pontifican… son los que figurarán en los manuales de historia de la literatura de las generaciones futuras. Las obras de esos autores, todos muy conocidos, forman parte de una “literatura” hueca, vacía, sin garra, hecha con una técnica narrativa formal. Los dueños de las grandes editoriales comerciales, que sólo buscan beneficios económicos, excluyen de forma sistemática a cualquier autor y literatura que no forme parte de ese concepto industrial que únicamente busca dinero. Y las editoriales medias están en manos de comerciantes poco despiertos, que no distinguen entre libros y alcachofas. Toda novela fuera de esos ámbitos comerciales, es novela off. Normalmente su calidad está muy por encima de esas medianías comerciales.

UNA NOVELA OFF.- La novela de Pablo Torres, firmada con el freudónimo de Gabriel Argumánez, no ha encajado nunca en esa literatura artificiosa, aunque tendría y tiene salida comercial. La edición de bibliofilia que editó Noticias Bibliográficas en diciembre de 1999, no tardó en venderse; aunque tuvo que buscar sus lectores, excelente lectores, fuera de ese mercado comercial tan grande y poderoso como estéril.
Si la función social de la literatura es contar la vida, para cambiar el mundo, en El cuplé de la geisa se narra la vida, dentro de su tiempo: refleja una sociedad en un momento preciso, en una ciudad concreta. Madrid es el escenario principal –no es el único– donde se mueven los personajes. Todos juntos forman una gran orquesta desafinada, en la que cada uno toca su partitura a su aire, sin oír a los demás, sin hacer caso a esa batuta invisible que debiera armonizar todas las músicas. El resultado es un gran concierto desafinado, estridente, divertido, absurdo…
            En El cuplé de la geisa hay personajes calcados de la vida real. En uno de los capítulos aparece un saxofonista blanco, copia de un saxofonista negro que deleitaba a los transeúntes con su música en la zona de Callao, de Madrid (España). Era Maliq Yaqub o Marc Spears, natural de Kansas City (USA), fallecido en octubre del 2012. Pablo Torres autor quiso fotografiarle en más de una ocasión, o fotografiarse a su lado, imitando al personaje central de su novela; aunque se dejó invadir por la pereza o la timidez: semana tras semana retrasaba la tarea para mejor ocasión… hasta que el bueno de Maliq murió. De poco le vale lamentarse.
            El cuplé de la geisa es una novela actual, particularmente buena, que narra la locura de nuestros días y nuestras noches; muy buscada por lectores, coleccionistas y bibliófilos. Los lectores la buscan por su fuerza narrativa –además, la edición está agotada–, por su divertida historia que ofrece otras historias ocultas; los bibliófilos la rastrean para "cazarla", porque pueden tener un ejemplar de una edición que se limitó a 201 ejemplares numerados y firmados por el autor. Tampoco hay que olvidar que la novela está ilustrada por Jorge Perellón, pintor y grabador excepcional…

NOTA.- Tras el cierre de la revista Noticias Bibliográficas, localicé unos pocos ejemplares en rama de El cuplé de la geisa. He encuadernado, a mi manera, tres ejemplares. Si algún lector está interesado en la novela, que me deje algún mensaje en el correo. El precio no será excesivo. Palabra.

Pablo Torres.
Madrid, 7 de diciembre 2012.



domingo, 28 de octubre de 2012

VICENTE TORRES RAMOS. IN MEMORIAM



Vicente Torres en 1999 (Móstoles. Madrid)

Militante comunista, víctima de la represión franquista, refundador del PCE en Miguel Esteban (Toledo), fue testigo de una época de España iniciada en la segunda República, marcada por una larguísima y brutal dictadura y la recuperación de la democracia.

Nació en 1932, durante la segunda República, en el pueblo manchego de Miguel Esteban (Toledo). Vicente Torres Ramos era hijo de Genaro y Miguela, el menor de los cuatro hijos del matrimonio. Sus hermanos eran Teófilo, Miguel y Carmen. En 1932 España vivía un periodo democrático convulso: las derechas creaban malestar social, culpando a la República de la agitación callejera. Un año antes, en 1931, las urnas proclamaron democráticamente la República. Los poderes fácticos –terratenientes, nobles, curas católicos, una parte del ejército– no querían perder sus privilegios; no querían ni la libertad ni la democracia que otorgara derechos laborales a la clase trabajadora.
            En febrero de 1936 el Frente Popular ganó las elecciones. En Miguel Esteban, el responsable de Izquierda Republicana, Genaro Torres, accedió a la alcaldía. Sería el primer alcalde democrático de izquierdas en la población. Vicente, con cuatro años estará ajeno a todo un conjunto de hechos que se desarrollarán a partir del julio de 1936, cuando un grupo de oficiales “africanistas”, con Mola y franco, dan un golpe de Estado que fracasará en media España, provocando la guerra civil española.
            Los primeros recuerdos de Vicente sobre la guerra civil –recogidos en una entrevista que le hice el 8 de febrero de 1999 en Móstoles (Madrid), para reconstruir la biografía de su hermano Teófilo, miliciano de la República–, narraban episodios del paso de aviones fascistas, que se dirigían a bombardear Alcázar de san Juan (pueblo situado a 18 kilómetros al sur de Miguel Esteban). Acompañaba a su padre.

BRUTAL REPRESIÓN EN LA POSTGUERRA
Los siguientes recuerdos de Vicente son de la inmediata postguerra (1939-1944), de la represión política, social y económica contra su familia –contra todas las familias republicanas–. Pudo saber, con sólo siete años, que su padre había sido fusilado por el sólo hecho de ser alcalde de izquierdas; que su hermano Teófilo fue llevado a la cárcel, y después condenado por los rebeldes por “adhesión a la rebelión”; que sus hermanos Miguel y Carmen tuvieron que ponerse a trabajar a cambio de comida; que su madre tuvo que malvender, quizá nunca cobrar, las pocas tierras de labor de la familia… y tuvo que soportar la violencia y humillaciones de un cura psicópata, el afamado don Martín, que disfrutaba pegando a los hijos de los “rojos” que se atrevían a ir al comedor social para mitigar el hambre. Semejante individuo olvidó que durante la guerra civil, no le tocaron ni le pasearon porque Genaro Torres, padre de Vicente, alcalde del pueblo, lo impidió. En Miguel Esteban son pocos los que no han oído historias e historietas, ciertas o inventadas, sobre los excesos sexuales de don Martín, sacerdote católico, que se vio obligado a dejar el pueblo tras un incidente con un falangista.
            En cuanto pudo, Vicente abandonó el pueblo. Trabajó de albañil en el Levante valenciano, en Madrid… y como cientos de miles de españoles, una vez casado con Consuelo, hizo las maletas y emigró a Suiza. A los trabajadores en España se les negaba el futuro, mucho más si eran “rojos”. En el país helvético y en otras poblaciones de Alemania, trabajó duro. Regresaría unos años después, con algunos ahorros, dispuesto a volver a empezar.
            Quiso montar una línea de transporte de viajeros, con punto de partida en Miguel Esteban, comprando una furgoneta. Pero le negaban y retrasaban los papeles, la licencia. Y sorprendentemente la guardia civil de Tráfico le paraba y le paraba, multándole continuamente: era un acoso en toda regla. Consiguieron estrangular el negocio, llegando incluso a detenerle por no pagar esas multas. Quizá Vicente no entendió nunca que los “rojos” seguían en el punto de mira de los franquistas, siempre dispuestos a cualquier tipo de represión (en su caso laboral).

MUERTE DEL DICTADOR. LA TRANSICIÓN
En noviembre de 1975 moría el sanguinario dictador Franco. Se iniciaba una Transición política a la democracia (1975-1982) salpicada de violencia y atentados. Distintas organizaciones de supuesta izquierda y de extrema derecha, desde ETA al GRAPO, pasando por los Guerrilleros de Cristo Rey o los independentistas canarios, se confabulaban con sus atentados indiscriminados para acabar con la recién recuperada democracia. En aquellos años Vicente, junto con otros comunistas, refundaron el Partido Comunista de Miguel Esteban. La sede la tuvieron inicialmente en la calle del general Moscardó, en la casa de su mujer, Consuelo Mayoral. En sus últimos días de vida, en una charla que tuvimos, Vicente recordaba el enorme trabajo y esfuerzo de personas como Dupí o Pepe “Relámpago” –también tuvo palabras amables hacia Pedro Patiño–. Pero los comunistas en Miguel Esteban siempre han estado muy señalados: es una consecuencia del grado de penetración del franquismo en la sociedad, de su intensa propagando durante cuarenta años. Después el comunismo se transformó, primero con el euro-comunismo de Santiago Carrillo; después, con la nueva imagen que quiso dar Julio Anguita al comunismo, desnaturalizándolo. Los comunistas históricos quedaron en segundo plano. Nos nuevos comunistas se amoldaron a la situación, casi como una fuerza política residual
            De aquellos años es un episodio tenebroso: una conspiración de franquistas de Miguel Esteban para asesinar a Vicente. Porque Vicente Torres no quiso callarse y señaló con nombres y apellidos a todos y cada uno de los que se implicaron en la represión y asesinatos políticos en la inmediata postguerra franquista. Y los conspiradores, “juanitos”, "tomases" y asimilados, trasladaron sus planes a la guardia civil que, en un acto de sensatez, pusieron los hechos en conocimiento del entonces gobernador civil de Toledo, señor Foxá, que paró aquel disparate de aquellos fanáticos descerebrados, auténticos perturbados que seguían instalados en el franquismo más criminal.

VICENTE SE INSTALA EN MÓSTOLES. LA DEMOCRACIA
Como otros muchos migueletes, Vicente abandonó su pueblo. Miguel Esteban nunca ha sido un pueblo para demócratas. Se instaló en el suroeste de Madrid, en Móstoles, colaborando con los comunistas de la población, agrupados en Izquierda Unida, en un segundo plano.
            El fallecimiento de su hermano Teófilo, en marzo de 1996, fue un mazazo para toda la familia. En 1999 grabé una entrevista con Vicente en Móstoles. Quería sus testimonios para reconstruir la biografía de Teófilo, miliciano de la República con sólo 16 años, que luchó en Toledo y Pozoblanco (Córdoba) para defender la libertad y la democracia. Fue una charla larga. Vicente no quiso contarme todo lo que sabía, quizá por pudor. Su vida había estado marcada por las agresiones de don Martín, en la infancia; por la feroz represión franquista, contra todo demócrata; por la emigración a Suiza, para poder sobrevivir; por su filiación comunista, pese a estar en el punto de mira de los franquistas; por las incomprensiones de sus propios camaradas, algunos dispuestos a medrar en el partido; por su quebrada salud final…
            En el último tramo de su vida, más o menos desde el año 2001, la salud de Vicente se hizo inestable. Su corazón, herido por tantas batallas, se resintió de tantos duros momentos, complicándose con otras afecciones propias de la edad. Pese a todo, seguía siendo aquel comunista irreductible de la vieja escuela, de los que sufrieron con intensidad la represión franquista. Recuerdo de ese tramo final alguna que otra conversación relacionada con la edición del libro “Los años oscuros en Miguel Esteban. Represión y fascismo en Castilla La Mancha”. Vicente estaba preocupado por mi seguridad: creía que los contenidos del libro podrían acarrearme problemas. Le tuve que decir que en ningún momento me sentí amenazado, ni nadie se metió conmigo o me molestó. Le expresé, eso sí, mi disgusto con varios supuestos demócratas de Izquierda Unida que se dedicaron (y dedican) a denostar el libro, creyéndose víctimas de algún ninguneo. No son capaces de distinguir derecha e izquierda: forman parte de un grupo obsesivo que sólo reconocen como enemigo al PSOE (El actual gobierno del PP en Extremadura, posible gracias a IU, es un ejemplo). Le dije que en vez de perder el tiempo criticando mi libro, podrían dedicarse a recuperar las biografías de figuras claves del comunismo en Miguel Esteban, como Paulino Argumánez o Águedo Casas. Pero se han dejado liar por un seudo-intelectual de pacotilla, empeñado en recuperar la figura de un derechista, falso anarquista, declarado mártir por la iglesia franco-católica (Ver el Martirologio de la diócesis de Cuenca). En fin –le dije a Vicente–, allá ellos y su locura. No voy a perder un minuto ni en ellos, ni en sus tonterías.
            Vicente Torres Ramos, hijo de Genaro y Miguela, hermano de Teófilo, Miguel y Carmen, falleció en Villa del Prado (Madrid) el sábado 27 de octubre del 2012, por la tarde. Su corazón, henchido de emociones, dejó de latir. Con su muerte, se pierde el recuerdo vivo de un testigo de una época de España iniciada en la segunda República, marcada por la larguísima dictadura franquista y la recuperación de la democracia. Salud y República, Vicente.

Pablo Torres
Madrid, domingo 28 de octubre 2012.

miércoles, 8 de agosto de 2012

RAJOY, UN MISERABLE FABRICANDO DESASTRES


Funcionarios y trabajadores del Estado mantienen su lucha contra las agresiones económicas de Mariano Rajoy y su equipo de ministros: TODOS LOS MIÉRCOLES DEL MES DE AGOSTO SE MANIFIESTAN A LAS DOCE DE LA MAÑANA. Rajoy ganó las Elecciones Generales mintiendo, engañando: hay que repetirlo hasta que se entere el último votante del PP. Prometió únicamente para ganar y, una vez en el Poder, ha puesto en marcha todo aquello que prometió no hacer. Es un farsante que sólo dice mentiras como que no hay más soluciones a la crisis que sus propuestas... propuestas impuestas por el fascio-capitalismo más salvaje, representado en Europa por Ángela Merkel: la riqueza de Alemania depende de los países del Sur, a los que está masacrando. ¡Hay que ser burra y necia!
Y por supuesto que hay otras soluciones a la crisis, empezando por no mentir. Algunas soluciones son:
     Combatir el fraude fiscal (nada de amnistías para los grandes defraudadores)
      Aumentar los impuestos a las SICAV
      Poner tasas a las operaciones financieras
      Prohibir las operaciones especulativas en corto
     Nacionalizar temporalmente las empresas rentables (petroleras, telefónicas...), hasta que mejore la situación económica
     Exigir en el Parlamento Europeo la unidad fiscal de todos los países
     Exigir la creación de un Banco Central Europeo que defienda a todos los países y no sólo a Alemania...
     Eliminar las Diputaciones
     Agrupar ayuntamientos...
     Acabar con privilegios y canongías de altos cargos políticos (Indemnizaciones por cese. El caso Caso Dívar es un ejemplo de inmoralidad, rayana en la delincuencia).


Todas y cada una de estas medidas anotadas, hubieran evitado tener que agredir económicamente a los funcionarios y trabajadores públicos del Estado, robándoles su paga de diciembre o bajándoles ilegal e injustamente el sueldo (antes montaron una campaña de descrédito, para justificar su atraco); hubieran evitado tocar la Sanidad (la quieren privatizar) o la Educación (también la quieren privatizar para que hagan negocio sus amigos). Pero no. Rajoy, un títere en manos de la Merkel, aplica "recetas" de la escuela económica de Chicago, próximas al fascio-capitalismo. Y miente cuando afirma que no puede hacer otra cosa. Puede hacer otras muchas cosas... pero sería traicionar a sus mimados ricos, auténticos autores del desastre que sufrimos.
Muchos funcionarios ya están comprobando en sus sueldos las consecuencias de votar a la derecha española. El Partido Popular quería el poder para defender los privilegios de los ricos en sus más diversos disfraces: especuladores financieros, banqueros, propietarios de casinos, altos jerarcas de la iglesia católica, empresarios de la construcción...

miércoles, 1 de agosto de 2012

FUNCIONARIOS EN LUCHA CONTRA LOS RECORTES DE MARIANO RAJOY



Rajoy y su (des) Gobierno han sido particularmente agresivo contra los funcionarios del Estado, autonomicos y municipales. Rajoy es un pésimo político, escondido tras un escudo de falsedades, que recurrió a las mentiras y el engaño para ganar fraudulentamente las Elecciones Generales. No está legitimado para gobernar.

Mariano Rajoy, el gran Pinocho de nuestros días, ganó las Elecciones Generales del año 2011 mintiendo y engañando. No sólo no ha cumplido su programa electoral, sino que ha hecho todo lo contrario de lo que ha dicho. Dijo que no subiría el IVA… y ha subido el IVA. Dijo que la Sanidad y la Educación no las iba a tocar… y vaya si las ha tocado. Dijo y dijo, prometió y prometió… en nueve meses de (des) Gobierno su descrédito es total. Sus mentiras, en todos los campos, hablan por él y le definen como un títere de los intereses bastardos de Ángela Merkel y sus aliados financieros. Porque Ángela Merkel es la destructora, la gran arruinadora de Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia.
            Todas y cada una de las “medidas” que ha tomado Rajoy y su Gobierno de fachas –especialmente carca y reaccionario es Ruiz Gallardón, un tipejo de la escuela de Fraga– únicamente han servido para crear más paro y empobrecer más a la población (no voy a perder el tiempo con argumentos: economistas de prestigio mundial y premios Nobel han explicado esta falsa crisis).
            Rajoy y su (des) Gobierno han sido particularmente agresivos contra los funcionarios del Estado, autonómicos y municipales. Previamente han montado desde sus medios desinformativos afines –La Razón, El Mundo y ABC… más los fachas del grupo Inter Economía, Tele-Madrid y otros medios afectos a la derechuza– una feroz campaña de descrédito contra los funcionarios, acusándoles falsamente de vagos, malos trabajadores, absentistas… son las armas de un pésimo político, escondido tras un escudo de falsedades, que recurrió a las mentiras y el engaño para ganar fraudulentamente las Elecciones Generales. Mariano Rajoy no está legitimado para gobernar.

           
      Los funcionarios, en su lucha para recuperar sus derechos laborales y sus salarios robados, protestarán todos los miércoles del mes de agosto, a las doce de la mañana, en distintos puntos. En Madrid, los trabajadores públicos del Ministerio de Empleo (¿?) y Seguridad Social, junto con funcionarios de otros ministerios, han protestado el día 1 y lo harán todos los miércoles del mes de agosto, frente a los Nuevos Ministerios, en el Paseo de la Castellana. Reivindican la dignidad de su trabajo, quieren recuperar su salario íntegro. No quieren que con su dinero se financie a los bancos, auténticos responsables de la “crisis” económica. No quieren que les roben el dinero de sus bolsillos para entregárselo graciosamente a los que crearon la “burbuja inmobiliaria”, nacida con la Ley del Suelo aprobada por José María Aznar, el patriota, y su Gobierno de señoritos de la gran derecha. Las próximas víctimas del títere de la Merkel son los jubilados: también les quieren amargar sus últimos años de vida.

viernes, 18 de mayo de 2012

CARLOS FUENTES, PURO MEXICANO

Hace unos días falleció el escritor mexicano Carlos Fuentes, provocando una riada de artículos de Prensa en los que cada articulista, o lo que sea, en un brutal ejercicio de necrofagia literaria, se abría paso a codazos para figurar en el listado de amigos o conocidos. Porque más que hablar del muerto o de su obra, narraban su peripecia junto a Fuentes, que quedaba en segundo plano.
       Llegué hasta la obra de Fuentes a través de un buen amigo: Chema García Merino. Me prestó o me regaló La región más transparente. Fue el punto de partida hacia el conjunto de una obra excesiva de puro mexicana. Y entendí que la función social de la Literatura –no industrial o para el consumo de masas aburridas– era contar la vida. Carlos Fuentes me contaba México en todos sus excesos, con todas sus virtudes y defectos.
        De Fuentes sólo puedo decir que sus libros me acompañaron muchas horas en Burgos, cuando me obligaron a prestar el Servicio Militar, en 1978. El sanguinario Franco había muerto a finales de1975, pero en España se mantenía intacta toda la estructura de la dictadura. En el cuartel de Sanidad Militar, de Burgos, en los días que debía hacer guardia –y fueron muchas las guardias–, leía y releía Terra nostra. También me leí La cabeza de la hidra. Me asombraba la recreación que hacía de la historia de España, en contraste con la ficticia historia oficial de España que nos infiltraron en los colegio franquistas para alienarnos: querían, pretendían que fuéramos la España imperial, franco-católica, temida y respetada: la reserva espiritual de Europa… realmente éramos la mano de obra barata que tuvo que emigrar a Francia, Alemania o Suiza para sacudirse el hambre.
        Sobre Terra nostra se han escrito auténticas tonterías, grandes memeces, frases tan fatuas como vacías. Un ejemplo, sin citar al autor, lo ilustra claramente: “Un lenguaje en constante ignición, crea, destruye y reinventa la maquinaria crítica de la fábula: desde el remoto silencio del mundo de los mitos cosmogónicos a la noche mohosa y chirriante de grilletes y gorgueras de la España de los Austrias”.
      A partir de Terra nostra, mi comprensión sobre la historia de España fue otra. Rechazaba la historia oficial, por absurda y disparatada; analizaba antes de la lectura al historiador, para no perder el tiempo con “historietadores” de pacotilla; y recorría los distintos episodios, sin dejarme guiar. Los hechos son como son, no como muchos seudo-historiadores, intelectuales orgánicos al servicio del Poder, quieren presentarlos. Albert Camus nos enseñó que unos hacen la historia y otros la sufren.

Viernes 18 de mayo 2012.
Del diario "La hiena hepática"

sábado, 12 de mayo de 2012

SEAN PENN VISTO POR UN "CRÍTICO DE CINE" DELIRANTE




Ver a Sen Penn con un peluquín, caracterizado de mujer, te deja pasmado. ¿Qué tipo de película habrá hecho? Quise saber más, para valorar y decidir si acercarme a un cine para ver el largometraje.

Hace unos días, en una estación del metro de Madrid (España) vi un cartelón publicitario, el anuncio de una película de Sean Penn: “Un lugar donde quedarse”, subtitulada “This must be the place”. Mi primer auto-comentario fue sobre mi pésimo inglés. Mi primera traducción: “Este debe ser el lugar”. Pero no. La traducción correcta es/debe ser la del título: en España ofrecen traducciones "literales".
            Ver a Sen Penn con un peluquín, caracterizado de mujer, deja algo pasmado. ¿Qué tipo de película habrá hecho? Quise saber más, para valorar si acercarme a un cine y ver el largometraje.
            En el diario El País, del viernes 11 de mayo, encontré lo que llaman una “crítica de cine”: “Rumbo a alguna parte” (vida & artes. Página 49), firmada por Jordi Costa, un supuesto experto en cine: porque se supone que hay expertos en el Séptimo Arte, que te resumen los contenidos de las películas y te indican sobre las excelencias o maldades de una película.
            Tras leer la reseña, incluido un críptico sumario, “han construido un excéntrico artilugio tragicómico”, uno se queda pasmado. Se tiene la sensación de tomadura de pelo… o se llega a la conclusión de que ser “crítico de cine” es un oficio delirante, en el que se consumen substancias que alteran la percepción de la realidad. Porque no hay persona humana, o extra-terrestre, que sepa de qué va la película. Y además, ¿qué es un excéntrico artilugio tragicómico?
            El periodista, o lo que sea, Jordi Costa debe sufrir algún tipo de desorden mental: ejerce o practica un oficio delirante, extravagante… y de puro extravagante, llega a ser extrabogavante. ¡Qué delirios, que tonterías se marca el amigo!… ¿Le pagan por escribir y publicar estas sandeces? No estaría de más pedir un poco de piedad para con los lectores del periódico, evitarles tamañas mamarrachadas.
            Es fácil llegar a la conclusión de que dentro del delirante oficio de “crítico de cine” hay distintas escuelas filosóficas y psicológicas. El artículo “Rumbo a alguna parte” debe formar parte de los más profundos análisis psico-freudianos. Ejemplo: “Pagoda era una estrella venida a menos de la canción ligera italiana: cocainómano, mujeriego y misántropo, rememoraba su vida desde la posición privilegiada del demolido, a través de una voz narrativa infectada de nihilismo, pero imantada por cierta inclinación a lo sórdido y por su habilidad para el contrapunto grotesco…”. Es difícil decir más chorradas en menos palabras.
            En suma, que después de leer la “crítica” del delirante “crítico de cine” reseñado, no se sabe de qué va la película: ¿una reconstrucción biográfica de un misántropo y mujeriego, que consumía cocaína?
            Es lamentable que un medio de información de prestigio como el diario El País ofrezca una plataforma a un tipo, atrapado en su palabrería de baratillo, para divulgar delirios y tonterías. Este pobre hombre no sabe ni escribir ni expresarse. ¡Qué lástima!

martes, 1 de mayo de 2012

LA MENTIRA Y EL ENGAÑO PARA GANAR ELECCIONES, UN ATAQUE A LA DEMOCRACIA



El presidente Rajoy debería dimitir ya, sin esperar un minuto. No tiene ninguna legitimidad. Su partido ha ganado unas Elecciones Generales con falsas promesas, utilizando el camino de las mentiras y el engaño. La democracia está en peligro

Hace ya bastantes años el cantante y compositor Lluís Llach presentó una demanda contra alguna formación política catalanista, por fraude electoral. Basaba su denuncia en el hecho del incumplimiento de promesas electorales. Una formación política había incumplido deliberadamente su programa… estaban en el poder ilegítimamente, haciendo y deshaciendo a su antojo. Los jueces pasaron del tema, porque los jueces en España no están para impartir Justicia. El Tribunal Supremo es un ejemplo de maquinaciones e injusticias (ver sentencia contra Garzón, por iniciar proceso a los presuntos delincuentes de la red Gürtel). El descrédito internacional del Tribunal Supremo es similar al que tenían con Franco.
            Hace unos pocos años, en la Comunidad de Madrid, sumando fuerzas, ganaron PSOE e IU. Pero se produjo “El Tamayazo”: dos diputados regionales traicionaron al PSOE y “cambiaron” de partido político (¿a cambio de qué?), o se vendieron. La Justicia no quiso investigar, miró para otro lado: siempre mira para otro lado cuando hay que fijarse en la derecha. No actuó contra ese gran engaño al pueblo de Madrid, contra ese gran fraude electoral para devolver los escaños al partido perjudicado: las listas cerradas, impuestas por los partidos, son un cáncer para la democracia. Los “autores” del fraude no fueron siquiera investigados. El gran perjudicado fue Rafael Simancas, hombre muy ingenuo. La gran beneficiada fue Esperanza Aguirre, “la lideresa”, posicionada en la extrema derecha, mujer achulada e insultona, de la escuela de José María Aznar, político de discursos que destilan resentimiento de clase y odio.
            El jueves 11 de marzo del 2004, se produjo el mayor atentado terrorista contra los españoles, obra de fanáticos islamistas, tres días antes de unas Elecciones Generales. El presidente del Gobierno era José María Aznar, del PP. En vez de decir la verdad, trató de culpar a ETA. El pueblo español se dio cuenta del engaño y el PP perdió las elecciones. Ganó el socialista Rodríguez Zapatero que, en sus dos legislaturas, ha soportado toda clase injurias, insidias, maldades, falsas acusaciones… esparcidas por activistas de extrema derecha, camuflados de periodistas.
            Desde hace unos años, los países pobres de la Unión Europea soportan los ataques de especuladores financieros y delincuentes bancarios, que actúan de forma coordinada: arruinan sus economías y empobrecen a sus ciudadanos. Los líderes de los países económicamente más fuertes, de la peor derecha, de la derecha más tonta, Ángela Merkel (Alemania), Nicolás Sarkozy (Francia) y Cameron (Inglaterra), en vez de regular los “mercados”, responsables directos de la “crisis” (es un saqueo de fondos), permiten ataques económicos brutales contra distintos países. Esos “especuladores financieros” han arruinado Grecia, han empobrecido a Portugal e Irlanda… desde hace tiempo van a por España e Italia. Merkel, Sarkozy y Cameron, tres irresponsables, brutos como ellos solos, se creen a salvo de los delincuentes financieros. ¡Serán necios! Sus barbaridades las pagaremos todos.
            Desde que la crisis sacude con brutalidad a España, el Partido Popular se ha empeñado en una campaña de desprestigio contra Rodríguez Zapatero. Su falaz discurso era contundente: “ZP es el culpable de todo. En cuanto el PP llegue a la Moncloa se acabará el paro”. La mentira, el engaño mil veces repetido, caló en la sociedad, pero no dejaron de ser mentiras y engaños.
            Rodríguez Zapatero se vio obligado a convocar Elecciones Generales. El Partido Popular basó toda su campaña en gritar a los cuatro vientos que, en cuanto estuvieran en el Gobierno, se acabaría el paro. Y prometieron que no subirían el IVA. Y prometieron que no tocarían la Sanidad. Y prometieron que no tocarían la Educación… Y prometieron y prometieron.
            El Partido Popular ganó las Elecciones, con mayoría absoluta. El pueblo español había creído en sus promesas (se puede comprobar todo lo que prometieron falsamente en campaña: hay periódicos, vídeos…). Cuatro meses después de ganar las Elecciones Generales, el Partido Popular incumple sistemáticamente sus promesas electorales: han engañado al pueblo español. El engaño sólo tenía la finalidad de obtener el poder.
Rajoy y sus “pinochos”, instalados en la mentira, han puesto en marcha una contra-reforma laboral, eliminando derechos de los trabajadores logrados en muchos lustros de lucha; han puesto en marcha el medicamentazo, que perjudica a los más pobres; preparan cambios en la Educación, para que sólo puedan llegar a la Universidad los hijos de los ricos; van a cambiar la Sanidad, para que sólo tenga salud los que la puedan pagar… Todas estas reformas, y otras muchas más, para empobrecer más a los pobres, son posibles porque el Partido Popular ha llegado al poder engañando, mintiendo, incumpliendo promesas. ¿Es legítimo llegar al poder mintiendo, engañando al electorado?
            El presidente Rajoy trata de justificar sus actos en que tiene mayoría absoluta. ¿Tener la mayoría absoluta equivale a tener la razón o actuar con equidad y justicia? Hitler tenía mayoría absoluta y jamás tuvo la razón. Llevó al pueblo alemán y a toda Europa al mayor desastre de su historia.
La mayoría absoluta del presidente Rajoy se asienta en mentiras y engaños: no tiene, por tanto, ninguna legitimidad. Porque en una democracia no es legítimo ganar utilizando las mentiras y el engaño. Y las mentiras y engaños del Partido Popular son palpables: mintieron y engañaron para ganar las Elecciones Generales del 2011. El presidente Rajoy debería dimitir ya, sin esperar un minuto. No tienen ninguna legitimidad, porque ha llegado a la Moncloa por el camino de las mentiras y el engaño.

domingo, 26 de febrero de 2012

ESPERPENTO ESPAÑOL

Una de las miles de fotografías e imágenes que circulan por Internet, que demuestran la violencia policial, al mejor modo franquista.

Los medios de desinformación de las derechas pretenden que estudiantes adolescentes que protestaban en Valencia, por los recortes educativos, eran jóvenes de extrema izquierda atacando a la Policía antidisturbios. Las imágenes demuestran las mentiras de esa seudo-prensa al servicio de los intereses políticos más bastados. Fue la Policía la que cargó de forma salvaje y desproporcionada contra los estudiantes.

Ha cerrado el diario PÚBLICO, en edición de papel. Mala noticia para los demócratas que ven como la mayoría del espacio informativo está en manos de las derechas

El jueves 23 de febrero fue el último día de existencia del diario “PÚBLICO”, en su edición de papel. El diario PÚBLICO es un medio de centro-izquierda, en un país sometido intensamente a la influencia de la desinformación de los medios de propaganda de las derechas (desde el Diario El Mundo a El ABC, pasando por La Razón). El cierre de la edición en papel fue una mala noticia para los demócratas españoles, porque la Prensa española está mayoritariamente en manos de empresarios de la derecha y de la extrema derecha: diariamente intoxican de forma soez (un ejemplo está en las violentas y desproporcionadas cargas policiales, al mejor modo franquista, contra estudiantes adolescentes en Valencia que protestaban contra los recortes en Educación).

El diario PÚBLICO es un medio de centro-izquierda,
en un país sometido intensamente a la influencia
de la desinformación de los medios de propaganda
 de las derechas (desde el Diario El Mundo
a el ABC, pasando por La Razón)

            Queda la edición digital de PÚBLICO, sin que se prevea cuál puede ser su futuro. La Prensa está viviendo cambios tecnológicos que afectan a las maneras en que llegan a sus lectores (antes el punto de encuentro entre el periódico y el lector era el kiosco de Prensa).
            La edición en papel del diario PÚBLICO era muy importante porque llegaba a un pequeño sector de la población que necesita una Prensa de izquierdas, que sea el contrapeso a la excesiva influencia de la Prensa de derechas y extrema-derecha existente en España. La información veraz que ofrecía PÚBLICO en edición de papel (también en edición digital) se ajustaba mucho más a la verdad de los hechos. El ejemplo lo tenemos en Valencia: las imágenes grabadas por los periodistas demuestran la violencia de la Policía, la carga salvaje y desproporcionada que la Policía hizo contra indefensos estudiantes, muchos en edad adolescente.
            La Prensa de las derechas y la extrema-derecha, pese a la evidencia de las imágenes –imágenes que han dado la vuelta al mundo–, han distorsionado y retorcido los hechos presentándolos ridículamente: según ellos y la Policía, los estudiantes, de grupos violentos de extrema-izquierda, atacaron a indefensos policías antidisturbios. Las imágenes evidencian la falsedad de la información y opinión de los medios de las derechas, que convirtieron la verdad incontestable de unos hechos (la salvaje violencia de la Policía en manos del PP), en un esperpento valleinclanesco. Convirtieron la realidad en una caricatura dramáticamente cómica.
            Hoy domingo, 26 de febrero de 2012, se despide de su cargo de Defensora del lector, en el diario El País, Milagros Pérez Oliva. En su artículo de despedida lo más destacable tiene relación directa con los conceptos verdad y veracidad:
“Una visión cínica del periodismo sostiene que la verdad no existe. Que puede haber tanta verdades como interpretaciones de la realidad. Este planteamiento es una gran trampa. Creo que los periodistas hemos sido negligentes al descuidar la defensa de la verdad. Porque la verdad, en periodismo, existe. Al menos existe la verdad de los hechos, la verdad factual. Aquello que es cierto y es comprobable”.
Los hechos, como dicen que dijo Lenin, son muy tercos. Y no hay maneras de cambiarlos, por mucho que se empeñen los manipuladores al servicio de los intereses más bastardos. Y es aquí donde habría que distinguir si esos manipuladores, activistas de la peor derecha, son o no periodistas. ¿Todo el que escribe en un medio de información es periodista? ¿Los opinadotes y columnistas, dedicados a fabricar opinión, son periodistas? ¿Todo aquel que se auto-define como periodista, dedicado a retorcer y deformar la realidad hasta hacerla irreconocible, puede ser considerado periodista? La violenta y salvaje carga policial de Valencia es un claro ejemplo de manipulación al servicio de los intereses políticos más bastardos.


“Una visión cínica del periodismo sostiene
que la verdad no existe. Que puede haber
tanta verdades como interpretaciones de la realidad.
Este planteamiento es una gran trampa.
Creo que los periodistas hemos sido negligentes
al descuidar la defensa de la verdad.
Porque la verdad, en periodismo, existe.
Al menos existe la verdad de los hechos,
la verdad factual. Aquello que es cierto
y es comprobable” (Milagros Pérez Oliva)

Insiste la Defensora del lector: “La verdad no es un compromiso entre sus diferentes versiones. Y, sin embargo, potentes aparatos de influencia saturan el espacio informativo con versiones y contra-versiones destinadas a falsear la realidad. Más que informar, lo que hace este tipo de periodismo es desinformar. Porque la falsa neutralidad del periodismo de versiones otorga las mismas oportunidades a quien dice la verdad que a quien miente. Y porque la verdad incomoda tiene más dificultades para imponerse al ruido mediático creado para sepultarla. Piensen en el cambio climático. Piensen en todos esos imputados por corrupción que se presentan como víctimas de una persecución política. Piensen en esos sindicalistas presentados como expoliadores, mientras los expoliadores aparecen como brillantes gestores.”.
Milagros Pérez Oliva se queda corta y no entra a valorar las causas que han posibilitado ese “periodismo” creado para intoxicar, manipular y alterar la realidad. Esas causas están en el propio sistema democrático y en sus jueces que, incomprensiblemente o en colaboración con esos medios, permiten prácticas seudo-periodísticas. En nombre de la libertad de Prensa, interpretada como el derecho inalienable, se permite mentir, insidiar, injuriar, manipular… hasta el infinito. Esa seudo Prensa, instalada en el sesgo y en la parcialidad, no tiene límites en su afán de alterar la realidad para fabricar otra realidad irreal a su gusto: el caso del diario El Mundo, con sus perturbadas teorías sobre el 11-M, propias de un peligroso psicópata mentalmente muy desequilibrado, es un ejemplo clarificador.
Añade la Defensora del Lector: “… pero la interpretación no puede ser una coartada para la deformación. Hemos de partir de los hechos para llegar a la interpretación y no al revés. El problema es que hay prácticas periodísticas que prescinden de los hechos o que los distorsionan hasta conseguir que coincidan con la versión que quieren imponer. Su objetivo es distorsionar la realidad y si es posible, crearla […] El periodismo de interpretación no puede ser la gran coartada para eludir, ignorar o sepultar la verdad…”
            La democracia en España, de muy baja calidad, está muy tocada: un sistema judicial pernicioso y dañino –ya no publican encuestas con el grado de aceptación o rechazo de los ciudadanos a la justicia, para no asustar–, que ha llegado a su máximo descrédito nacional e internacional con la aberrante condena contra el juez Garzón; corrupción política galopante, sin que se quiera aprobar una Ley de Transparencia seria que acabe con los desmanes de los políticos; intento de liquidación de los sindicatos, como si fueran las únicas entidades subvencionadas (En España están subvencionados desde la iglesia católica a la Fundación FAES, del ex presidente Aznar, pasando por las organizaciones empresariales, partidos políticos, ONGs colegios concertados…); la mayoría de los medios de información, o desinformación, en manos de la derecha y la extrema derecha. Mejor no seguir. El cierre del diario PÚBLICO, edición papel, es una desgracia para la democracia, otro triunfo para las derechas.

Pablo Torres. Madrid, domingo 26 de febrero de 2012
Fragmento de “Diario de un Kalamar”. Páginas 33 a 36.

lunes, 20 de febrero de 2012

LA DERECHA FRANQUISTA CONTRA EL ARTE


Los ataques a la libertad y contra el Arte, desde los sectores más ultras de la derecha franquista, son preocupantes. Dos ejemplos ilustran el consentido avance de la intolerancia de los totalitarios, enemigos de la libertad y la democracia: el ataque a la Fresh Gallery, situada en el Barrio de Salamanca, donde se exponían fotografías del cineasta Bruce Labruce, con el lema Obscenity; y la amenaza de denuncia contra el artista Eugenio Merino, que presentó en Arco 2012 Always Franco, una escultura del sanguinario dictador dentro de una máquina frigorífica de vender bebidas.
            Los franquistas soportan a duras penas la libertad, una libertad que cercenaron en 1936 tras un golpe de Estado y una guerra civil. Los franquistas mantuvieron en España una brutal dictadura durante 40 años, durante dos generaciones. Con la recuperada democracia, a partir de 1982, aprovechándose de la democracia, incluso crearon una Fundación Francisco Franco para preservar el buen nombre del criminal dictador (A nadie en Alemania se le ocurriría crear una Fundación Hitler, ni sería permitida legalmente). Y un representante de esa “Fundación”, Jaime Alonso, anunció en distintos medios de comunicación que estudiarían emprender acciones judiciales contra el artista Eugenio Merino por exponer en ARCO 2012 su obra “Always Franco”. No sería de extrañar que, aunque no puedan, presentaran la denuncia en el Tribunal Supremo, donde distintos jueces franquistas podrían dar cobertura a esa fundación de extrema derecha; como han dado cobertura al seudo-sindicato Manos Limpias, contra el juez Garzón por atreverse a investigar los crímenes del franquismo.
            El ataque a la Fresh Gallery con un cóctel molotov y otros envases explosivos es más que preocupante, porque ha conllevado la violencia ultra, la violencia de los fanáticos dispuestos a cualquier barbaridad o asesinatos. Una de las fotografías de la muestra era la de la cantante Alaska y su marido, Mario Vaquerizo, poco sospechosos de pertenecer al Partido Comunista. La imagen recreaba La piedad y esa imagen ha sido causa del despido fulminante del señor Vaquerizo, que colaboraba con la COPE, la emisora de radio propiedad de la iglesia católica, que apoyó la dictadura de Franco.
            Es la realidad de España, una democracia de baja calidad, tolerante con los intolerantes y totalitarios: siempre Franco, always Franco.


domingo, 15 de enero de 2012

GABRIEL CELAYA, UN POETA OLVIDADO


En marzo de 1973, vivíamos en la dictadura de Franco, un régimen brutal basado en la represión y falta de libertades. Muchos afirmábamos con sorna que el sanguinario genocida era eterno, porque no se moría nunca; pero la realidad es que vivíamos los últimos años de lo que se llamó “tardo-franquismo”. En ese contexto, en el Teatro-Club Pueblo, local de representaciones del Diario PUEBLO –periódico del sindicato vertical franquista–, se estrenó “El relevo”, obra del poeta Gabriel Celaya. En aquel año, yo trabajaba como ayudante de Vicente Romero, director del Teatro-Club. Y pude entrevistar a Gabriel Celaya, en su casa de Madrid. Esta fue la entrevista, publicada en la Revista Informativa Guadalajara (Abril 1973. Primera quincena. Nº 18).


            ENTRE “EL RECUERDO” Y LA ESPERANZA

Nace en Hernani (Guipúzcoa) en el año 1911. Cursa el bachillerato en San Sebastián y la carrera de ingeniero industrial en Madrid. En 1936 obtiene el premio del centenario de Bécquer. Deja de publicar diez años. En 1946 edita “Tentativas” y funda en colaboración con Amparo Gastón la colección Poesía del Norte. De su producción narrativa cabe destacar “Lázaro calla”, “Lo uno y lo otro”, “Los buenos negocios”…
            En 1956 deja su profesión y se traslada a Madrid para dedicarse enteramente a la literatura. Ese mismo año obtiene el Premio de la Crítica. Tiene también premios internacionales, como el “Libera Stampa” (1963) y el “Etna-Taormina” (1968). Entre sus últimos libros destacan “Los espejos transparentes” y “Lírica de cámara”.
            En su poesía se ve que huye de todo academicismo y busca la verdad en el pueblo llano, en la gente sencilla, en los múltiples problemas que se forjan a nuestro alrededor.
            Para entender la poesía de Celaya hay que hablar un poco de la postguerra y le pedimos que nos hable de ese paréntesis fundamental en su producción.
            –La postguerra es sencillamente para mí el silencio. En el año 36, en junio, me dieron el premio del centenario de Bécquer. Había pocos premios y me vine a Madrid muy contento. Me iba a colocar en “El Sol” como periodista, porque yo era ingeniero y estaba harto. Tenía mi vida muy bien organizada, tenía muchos amigos y vino la guerra. Allí se acabó el escritor hasta el año 1946. La postguerra fue el silencio total. Poetas como Federico García Lorca, Pablo Neruda y otros creían en mí. Pero no sólo eso, todos los poetas literarios, todo el  ambiente  había cambiado totalmente. Entonces era “Garcilaso” –revista literaria–. Dejé de publicar totalmente.
            –Entonces esa situación de silencio, ¿está determinada por las circunstancias políticas?
            –Por mi circunstancia política, por la pérdida de amigos, porque todo lo que escribía, que precedía a los poetas del 27 y del surrealismo, en los años 40, en España, sonaba a chino, parecía que no tenía ni pies ni cabeza.
            –Después de sus primeros pasos surrealistas pasó por un periodo de prosaísmo existencial, para llegar a una reacción contra la poesía de Juan Ramón Jiménez. ¿Por qué esa postura de Celaya y de Blas de Otero respecto a la poesía de Juan Ramón?
            –Es un pensamiento del que estoy arrepentido y creo injusto. Le convertimos en un símbolo de una poesía estetizante. Pero realmente es mucho más que eso. Es mucho más importante que Machado, hoy; pero entonces no. Sin embargo Machado simboliza toda la poesía de combate, poesía abierta, mucho mejor que la de Juan Ramón Jiménez.
            –Los intelectuales de ahora tienen muy en cuenta la poesía esteticista. ¿Celaya está de acuerdo con esta poesía?
            –Nosotros no estábamos en desacuerdo con la poesía esteticista, pero puedo decir: me avergüenzo de un poema bien hecho. La poesía necesita de algo más urgente. Tiene que decir, y no basta con hacer bien un poema. Necesita comunicar algo.
            –Celaya, poeta, también tiene escrita una obra de teatro, que es la única de su producción como dramaturgo. ¿Qué relación existe entre el teatro y la poesía?
            –Claro que hay un teatro poético y, evidentemente, hay mucha poesía en el Teatro. No me refiero al teatro en verso. Creo mucho más en el Teatro poético que en el ideológico. Creo en el Teatro como un juego, con mucha acción, con mucho movimiento, que los personajes entren y salgan, que no sólo se pongan uno frente a otro y empiecen a discursear.
            –¿Qué idea encierra “El Relevo”?
            –Tiene su pequeña intención, pero sin ponerse serios; que es como se pueden decir las cosas serias, ya que si no se cae en la pedantería. El fracaso de muchos escritores de mi generación –no vamos a decir nombres– que han escrito mucho teatro, ha sido querer discursear demasiado, entendámonos…
            –¿Qué significa Blas de Otero para Gabriel Celaya?
            –Es el mejor poeta que tenemos hoy en España, sin duda, sin color. En primer lugar, porque Blas es un hombre tremendamente escrupuloso y hace su poesía con un cuidado tremendo; en segundo lugar, que antes que publicara había escrito muchísimo y se lo había guardado. Nunca ha sido un improvisador, como esos genios de 18 años que dicen que tenemos, porque dicen que a los 18 años ya se es poeta. Blas tiene un enorme oficio, una enorme personalidad y una enorme sensibilidad que es difícil de explicar.
            –Celaya suele ser más popular entre la juventud que Blas de Otero. ¿A qué se debe esta popularidad?
            –Blas se marchó de España muy pronto y ha vivido fuera largo tiempo. Se fue a Francia, Unión Soviética, Cuba y China, estando fuera de España cerca de diez años, desentendiéndose un poco del público español. Durante una época sus libros han sido publicados en Buenos Aires, Cuba y Rusia. Sus obras han llegado a España a través de Losada. Su posición era cómoda, ya que estaba en los, países socialistas. Se olvida un poco de España. Cuando fui a Cuba en el año 67 le dije a Blas: “Como no vuelvas a España, la gente se olvida de tí”. Un poco por eso y un poco por otras cosas, volvió a España.
            –¿En que momento se encuentra la poesía social?
            –Este tipo de poesía ha cubierto su momento. Ahora hay que hacer lo mismo, pero de otra manera. Aquélla ya no es válida. La poesía social se ha gastado, en parte porque se ha hecho mucho, en parte porque ha habido muchos epígonos, mucho segundón y mucha gente que ha hecho lo mismo, pero no bien. A Blas y a mí se nos juzga desde el punto de vista de la poesía social. No se dan cuenta de que hemos evolucionado. Estamos en un momento en que queremos hacer algo distinto. Estas cosas son, por ejemplo, mis últimos libros, como “Espejos transparentes” y Lírica de cámara”, que también es poesía revolucionaria, pero de otra manera.
            –¿Por qué se ofenden los jóvenes poetas cuando se les dice: “Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales”?
            –Les ofende porque no están de cuerdo con la idea de mi poesía. Grupos novísimos, como los de Castellet o Salamanca, que no están de acuerdo.
            -Pero, ¿por qué dice que le avergüenza escribir un poema perfecto?
            –Porque en la poesía hay algo más urgente que decir.
            Saboreamos los últimos tragos de vino que quedan en nuestros vasos y nos despedimos hasta otra conversación un poco informal.


Pablo Torres.
Madrid, marzo de 1973.