sábado, 12 de septiembre de 2015

UN BLUFFF LLAMADO ALBERTO SCHOMMER





Ha fallecido el que dicen “fotógrafo de la transición”, AlbertoSchommer (Vitoria 1928 – San Sebastián 2015). Y el Ministerio de la Verdad ha dictado que era un genio, que era “el psicólogo de la imagen”. Así, en los manuales de fotografía figurará como “uno de los nombres capitales de la fotografía española de los últimos 40 años”. ¡Toma ya!
     ¿Qué se puede decir de Alberto Schommer? Si somos sinceros, debemos afirmar que era un blufff, una engañifa, un mediocre en un país de mediocres, España;un caradura que iba por la vida de intelectual, “retratando” a personajes convertidos en auténticos percebes con tonta expresión. Sus retratos eran la cosa más sosa del mundo: una sucesión de celebridades pasados por el almidón, más rígidos que esos caretos tratados con botox… 
      En su último trabajo, publicado en El País, nos ofreció las imágenes de Manuela Carmena, una mujer de la izquierda; y de Cristina Cifuentes, mujer de la derecha, mostrándonos las palmas de las manos (¿nada que ocultar?), vestidas de negro, como si ambas mujeres fueran homologables, iguales. ¿De verdad Carmena y Cifuentes son iguales en política? ¿Izquierda y derecha son iguales? ¿Estos serían sus retratos psicológicos? Suena a cachondeo (la de hostias que me voy a llevar por escribir esto).
    Hace muchos, muchos años, conocí y traté unos días con el poeta Gabriel Celaya, cuando en el Teatro-Club PUEBLO se preparaba el estreno de su obra teatral "El relevo". Si algo se puede decir del poeta Gabriel Celaya es que era una una persona bondadosa. Bien, pues si se ve el "retrato psicológico" que el señor Schommer le hizo al poeta Celaya, se le podrá ver con una cara de un loco que asusta. Es decir, que el fotógrafo se enciscó en situarse por encima del personaje fotografiado y logró un esperpento... psicológico, eso sí.
    Dicen que la foto preferida del señor Schommer era la de Andy Warhol con la bandera americana. Pues apaga y vámonos. Otro retrato absurdo, otra sandez sin la menor gracia, sin vida. Pero en fin, el Ministerio de la Verdad, absoluta y concluyente, dogmática, compuesto por los más obsesivos y obtusos próceres de la incultura española, ha decidido en solemne reunión privada que Schommer es un genio de la fotografía española. Así, a sangre fría. Cualquiera que no acepte o rechace la verdad del Ministerio de la Verdad, es un resentido social, un envidioso, un rencoroso, un amargado, un fracasado…
      Sí, sí, ya lo sé: soy un fracasado, un amargado, un rencoroso, un envidioso y un resentido social y todas esas cosas que se dicen contra los que disienten. Pero Alberto Schommer es un blufff, diga lo que diga el Ministerio de la Verdad y sus catecúmenos. Y sus retratos psicológicos ni son retratos ni psicológicos.

Pablo Torres [Madrid, 12 de septiembre de 2015]