El domingo 20
de marzo del 2016, me leí, “entre rejas”, The sky road, de Pablo Torres.
De un tirón, sin poder dejar de leer hasta el final. La incursión de Pablo
Torres en la novela negra promete. Éste parece el primero de una saga a lo Pepe
Carvalho, de Vázquez Montalbán, donde el autor presenta y esboza la
personalidad y las circunstancias vitales y emocionales de su antihéroe, Tadeus
Kunzt, un tipo cualificado y asqueado de formar parte del engranaje de la
burbuja, que decide hacerse investigador privado, renunciado a una vida
adinerada (veo contradicciones en Tad: no quiere contribuir a engordar un
urbanismo suicida, especulativo y delictivo; pero sin embargo trabajará como
mercenario para empresarios putañeros, para el mejor postor. ¿Acaso no sigue
siendo una herramienta de los que mueven los hilos?)
Me gusta cómo Pablo Torres estructura el libro. Dedica capítulos a cada uno
de los personajes, que irán conformando el entorno profesional, personal y
social de Tad. Eduardo el pijo, Laura la secretaria eficiente y las dos
amantes. Me llama la atención el triángulo amoroso en el que mete a Tad,
relaciones ambas en las que el sexo parece la clave de todo. Está claro que Tad
no quiere compromisos con hijos, ni compartir la vida: solo busca algo de
afecto y mucho sexo. Debo añadir que no acabo de entender bien la lógica o la
relación entre la Cinta de Moebius, un concepto matemático, y la racionalidad
de Tad....
El libro es también y sobre todo un homenaje a Irlanda. Sus paisajes, sus
gentes, sus singularidades y su gastronomía. Toda una invitación para conocer
ese país celta. Y los diálogos entre los actores no tienen desperdicio, no es
difícil leer entre líneas.
La trama principal, el asesinato de Sinéad, va in crescendo, como
hilo conductor que hilvana los trece apartados. Tengo que reconocer que me
parece un caso muy extraño, surrealista. ¿Le pagan para que vaya a enterrar un
cadáver del siglo XIX? ¿Por qué el asesino busca en España a un detective para
que lo detenga y por qué se lo pone tan fácil? Si tengo que apuntar una crítica
sería ésta: creo que le falta más intriga y algo de complicación en la
resolución del caso. El propio millonario excéntrico y asesino le indica dónde
está la capilla en la que se celebró el ritual criminal. Quizás esperaba algún
giro sorprendente en la novela, un asesino inesperado, desconciertos…
Es posible que me esté equivocando y entienda mal las intenciones del
autor; y tal vez no pretenda entretener al lector con un caso complicado,
laberíntico y sorprendente que fuerce a Tad a ser muy perspicaz en la
resolución del caso. Quizás busca pasear al lector por un periodo histórico
determinado en nuestra época reciente, retratando a personajes representativos
en situaciones cebadas por el dinero criminal que ha regado a esta sociedad
inmunda… En resumen, un buen libro, trabajado, que espero sea el
primero de una serie. Larga vida a Tad, Tadeus Kunzt…
J. Antonio
Tébar
Madrid, 22 de
marzo 2016
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