domingo, 13 de noviembre de 2011

FRASES ESTÚPIDAS Y SINIESTRAS


Admitimos frases hirientes y estúpidas, frases sinistras absolutamente inaceptables. Aquí van unos pocos ejemplos

NO HAY QUE MORDER LA MANO QUE TE DA DE COMER
Los capitalistas, auténticos depredadores que viven como cerdos bien cebados, han logrado imponer una frase repugnante, pretendiendo que nos dan de comer, reduciéndonos a la condición de perros: “No hay que morder la mano que te da de comer”. Esa gentuza, explotadores impíos, no sólo no nos dan de comer, si no que viven maravillosamente a nuestra costa, de nuestro sudor y sangre. Nos explotan, hacen que nuestras vidas sean una tragedia y pretenden que seamos agradecidos porque nos dan trabajo, cuando dan trabajo. ¿Qué puede hacer un empresario o un capitalista sin trabajadores? ¿Dónde estarían sus beneficios? Nuestro trabajo les da el suficiente dinero, los suficientes beneficios. La frase, muy humillante, propia de miserables, se la podrían meter por el…

ALGO HABRÁ HECHO
Esta siniestra frase tiene su origen en el franquismo. Los franquistas, verdugos de cientos de miles de asesinatos políticos, para justificar y ocultar sus asesinatos, cuando algún republicano aparecía muerto, en extrañas circunstancias, solían decir. “Algo habrá hecho”. De paso criminalizaban a las víctimas. El asesinado era el culpable: algo habría hecho.
            Desgraciadamente esta frase sigue en vigor en nuestros días. Sirve para ocultar la realidad, para acusar sin pruebas, para injuriar: “Algo habrá hecho”. Desgraciadamente la frase ha cuajado en nuestra sociedad y se utiliza para denostar, para señalar, para justificar lo injustificable.

TODOS FUERON CULPABLES
Otra frase de origen franquista. Pretende que los golpistas de Franco y Mola fueron igual de culpables que los republicanos que defendieron la legalidad de la segunda República. Y es falso. Los únicos culpables fueron los que dieron el golpe de Estado, los que subvirtieron la legalidad, los que asesinaron para imponer una dictadura. No todos fueron culpables, por supuesto que no.

ASUMO LA RESPONSABILIDAD
España es un país de caraduras, de sin vergüenzas (separado) y sinvergüenzas (junto). Y la gran frase de los políticos mentirosos, cínicos y descarados, con una cachaza sublime, es “Asumo la responsabilidad”. O lo que es lo mismo: me quedo en mi puesto, no me voy de ninguna de las maneras, sigo forrándome me digan lo que me digan, haciendo lo que me dé la gana cuando me dé la gana, con la sonrisa en mi carita, mucho más si estoy implicado en algún caso de corrupción política o urbanística… “porque asumo la responsabilidad”.
            Para comprobar cómo asumen los políticos españoles su responsabilidad, sólo hay que ver el número de políticos que dimiten cuando se equivocan o lo hacen mal o muy mal.
           
NO ESTÁ HECHA LA MIEL PARA LA BOCA DEL ASNO
Presuntos seres superiores, primos de Dios o de Buda como poco, personas humanas de alta intelectualidad son capaces de decirnos “No está hecha la miel para la boca del asno”. Vamos, que la música de Mozart, por ejemplo, está reservada para delicados oídos, que gozan casi sexualmente con las maravillosas composiciones del músico; o que la poesía de Neruda está únicamente destinada a personas humanas sensibles, que se embelesan con cada palabra del poeta chileno; o que la pintura de Velázquez sólo puede ser contemplada por ojos capaces de llorar ante tanta belleza.
            Los que afirman que “la miel no está hecha para el asno” suelen ser unos tarugos pretenciosos, bobos vocacionales de cualquier clase social, necios viscositos que van por la vida de eruditos, pose pinturero, dando la brasa al primero que pasa por su lado. Hoy dan una lección de Gastronomía, mañana de Arte, pasado de Filosofía… suelen ser muy pesados, auténticos plastas. Posiblemente lo mejor que podrían hacer es, como los burros, mascar alfalfa de la que hoy día se ofrece en cantidades masivas: televisión basura, literatura industrial, presunto arte de artistas que no saben ni dibujar…

TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY
Me da la risa, me da la risa…. ¡Ay que me duele la mandíbula! ¿Todos somos iguales ante qué? Venga, por favor, que me da, que me da. ¿Iguales ante la ley? Qué chiste, qué gracia. ¡Ay, que no lo puedo resistir, que me va a dar algo de la risa! Todos somos iguales… sí, sí, sí, aunque algunos son más iguales que otros, especialmente los que tienen dinero para abogados y astillas. ¡Ay madre mía! ¿Quién sería el autor de la frase? Estuvo sembrado, sembrado: “Todos somos iguales ante la ley”. No puedo, no puedo seguir. Qué risa, qué risa.
¿Recuerdan a “Los Albertos”, los millonetis esos de la gabardina? Les probaron que se habían “llevado” varios miles de millones (de pesetas). ¿Fueron a la cárcel? ¿Recuerdan el caso del banquero Botín? La sentencia es clara, ¿no? ¿Alguien cree que Garzón no está condenado de antemano y que será declarado inocente por el Tribunal Supremo? ¿Han visto las instrucciones, sesgadas y malintencionadas que han hecho los jueces “demócratas” del Tribunal Supremo contra Garzón? ¿Alguien cree que el esposo de la infanta Cristina, el señor Urdangarín, será procesado o condenado por el “caso Noos” o como dientes se llame esa estafa? Decir que todos somos iguales ante la ley es sencillamente delirante y ridículo, tan absurdo como decir que todos tenemos derecho a la Sanidad, o a una vivienda digna. Pura tontería, vamos. Tienes derecho a Sanidad y Vivienda si tienes dinero. Si no, te pudres.
Para qué seguir…

domingo, 23 de octubre de 2011

LOS ÚLTIMOS BRIGADISTAS

En la Universidad Complutense de Madrid se ha inaugurado un memorial dedicado
a las Brigadas Internacionales, en el 75 Aniversario de su creación

Foto: Pablo Torres
El 22 de octubre de 1936, Francisco Largo Caballero, presidente del Gobierno de la República, firmó el decreto por el que se creaban las Brigadas Internacionales, unidades de voluntarios extranjeros. El 8 de noviembre, la XI Brigada entró en Madrid y días más tarde se incorporaba al frente del Parque del Oeste y Ciudad Universitaria para detener los ataques de las fuerzas rebeldes de Mola y Franco. Las huellas de los combates se ven todavía las facultades de Farmacia, Físicas y Matemáticas. 
            El 22 de octubre de 2011 unas quinientas personas se reunieron en la Universidad Complutense, de Madrid, junto al edificio de Alumnos, para asistir y participar en la inauguración de un memorial en homenaje a las Brigadas Internacionales, formadas por voluntarios de los 53 países que llegaron a España para luchar en la guerra civil española contra el fascismo. De los 35.000 voluntarios que viajaron a España, nueve mil murieron en combate o fueron encarcelados.
            El acto, posiblemente el último acto con brigadistas vivos, contó con la presencia de cuatro brigadistas, cuatro supervivientes que combatieron en distintos frentes: David Lomon, de 93 años, que en su intervención gritó el “¡No pasarán!”, repetido una y cien veces por los asistentes al acto; Joseph Almudever y su hermano Vicent, franceses; y Erick Ellmann, de la actual Estonia. Al final del acto, uno de los hermanos Almudever, se arrancó con ¡Ay, Carmela!

Uno de los hermanos Almudever, cantando ¡Ay Carmela". Foto: Pablo Torres 

David Lomon
Procedente del Reino Unido. Tiene 92 años. Manifestó: “El mundo se dio cuenta qué se jugaba aquí”. De su chaqueta sacó su pasaporte español, concedido por el Gobierno el pasado verano, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica: “Estoy orgulloso del pueblo español. Soy medio británico y medio español”. Lomon estuvo en los frentes de guerra un año y medio, hasta que fue capturado y repatriado.

Joseph Almudever
Procedente de Francia. Tiene 92 años: “La República no murió, la asesinaron”. Justo como su hermano Vincent. Ambos nacieron en Francia. Uno en Marsella y otro en Narbona. Alistado en el Ejército republicano, fue herido en mayo de 1938. “Y cuando salí del hospital, el 15 de julio, quise seguir la guerra”. Y lo hizo, aunque ya como brigadista, dado su origen galo. Le duele la decisión de los Aliados de no intervenir en España: “La República no murió, la asesinaron. Y la Guerra Mundial no habría existido si se hubiera salvado la República”.

Los cuatro brigadistas: David Lomon, Almudever, Erik Ellmann y Almudever. Foto: Pablo Torres 

Vincent Almudever
Procedente de Francia, 94 años: “Recuerdo el júbilo de la gente por las calles de Madrid cuando llegaron las Brigadas Internacionales, en aquel otoño de 1936. Fueron la salvación de Madrid. Si no hubieran contenido el avance de las tropas franquistas, la guerra habría acabado entonces. Su mérito fue tremendo”. Este combatiente franco-español recorrió todos los frentes. Una valiosa experiencia que ya ha narrado en multitud de conferencias: “Las Brigadas Internacionales demostraron que en el mundo entero hay una simpatía inmensa por la democracia y la libertad que aún perdura. En España se defendía eso. Ese es su valor”.

Erik Ellmann
Procedente de Estonia. Tiene 94 años. Se crió en una familia “revolucionaria” y soñó con sumarse a las Brigadas en cuanto oyó hablar de ellas: se enroló con 19 años. Tras abandonar España, pasó 4 meses en un campo de concentración en Francia. Después se incorporó al Ejército de la URSS, en la Segunda Guerra Mundial: ““Lo importante es que la gente entienda que luchamos contra el fascismo, y que vea que no se puede volver a repetir”.


Foto: Pablo Torres.

domingo, 16 de octubre de 2011

LAS SEMILLAS DEL FANÁTISMO



Los fanatismos son los cánceres de las sociedades democráticas. Alimentan a brutos e ignorantes, a cultos y refinados. Ponen en peligro la convivencia de los ciudadanos libres. Hay fanatismos económico, religioso, político, judicial...

Las semillas del fanatismo son la injusticia y la desigualdad, en las distintas sociedades, que se alimenta con miedo e irracionalidad a partir de dogmas, pretendidas verdades reveladas a unos pocos que dicen ser los representantes de dios, su dios, ante el resto de los humanos. Afecta a ignorantes y brutos, a cultos y refinados. El fanatismo es un cáncer para las democracias occidentales, para los países islámicos (sus democracias no tienen por qué ser iguales a las de Occidente), que se expande ante la indiferencia de los gobiernos y la pasividad de los asustados ciudadanos. El fanatismo no distingue: se da tanto en los países de cultura occidental, como en países islámicos o africanos y asiáticos. Ningún país se libra del fanatismo, que se manifiesta incluso en parcelas deportivas, como el fútbol.
            Los peligrosos fanáticos (de latín fanus: templo) tienen graves desórdenes mentales, provocados por sus propios miedos y dogmas religiosos (irracionalidad y religión: explosivo cóctel). El catolicismo ultra o el islamismo más radical son distintas caras de una misma moneda que alimenta a los más ignorantes o a los más cultos, hasta convertirlos en auténticos psicópatas.
            El último ejemplo del peor fanatismo se ha producido en Noruega, un país con un gobierno laborista (socialista o social-demócrata), con un alto nivel de vida, que no había sufrido ningún acto terrorista desde la segunda Guerra Mundial. En la idílica y civilizada Noruega el fanatismo político-religioso ha llevado a uno de sus ciudadanos, a perpetrar una brutal matanza de civiles. En el trasfondo, ideas fanáticas neo-nazis: racismo, rechazo a los emigrantes, islamofobia…
            El fanático noruego, Anders Behring, de ideología de extrema derecha –¡¡qué no se hubiera dicho y escrito en la Prensa de Occidente si llega a ser de izquierdas!!–, de poco más de treinta años, rubio de ojos verdes; el autor de los bárbaros atentados, es un fundamentalista ultracristiano: un criminal perturbado que ha alimentado sus “ideas” con miedo, irracionalidad y pretendidas verdades reveladas: entre sus obsesiones enfermizas, el socialismo del presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero; o la ministra Carmen Chacón, “por estar embarazada”. Este psicópata se cree con derecho asesinar a los que tienen ideas políticas diferentes, de izquierdas; se cree con derecho a excluir a otros humanos sólo por el hecho de no ser rubios de ojos verdes, por el hecho de no ser nórdicos. Cree en la superioridad de los nórdicos.
            En España sabemos mucho de fanáticos y fanatismo. El 11 de marzo del 2004, el pueblo trabajador de Madrid sufrió cuatro atentados terroristas, perpetrados por islamistas “iluminados”. La excusa que utilizaron para justificar su barbarie, fue que España había participado en la ilegal invasión de Iraq, por orden del presidente José María Aznar (¡cuidado, otro fanático de la ultra derecha!), entregado a las causas políticas de George W. Bush. Esos criminales islamistas, que contaron con apoyo de delincuentes comunes españoles, ignoraron que el pueblo español rechazó abiertamente la guerra de Iraq: varios millones de personas se manifestaron contra esa ilegal e injusta guerra. Les dio igual: tenían la excusa perfecta para alimentar su fanatismo.
            Las semillas del fanatismo están en las desigualdades, políticas, económicas, sociales, laborales; y en las injusticias, en las arbitrariedades de los sistemas judiciales. Algunos ejemplos pueden ilustrar el crecimiento de los fanatismos en el mundo, dejando claro que España es un país de fanáticos.



FANATISMO ECONÓMICO.- Desde hace unos años asistimos perplejos a la imposición, desde entidades económicas privadas, del capitalismo más brutal y salvaje. Se imponen las tesis de la Escuela (¿?) de Chicago, un centro de estudios norteamericano que defiende el sistema económico capitalista, entendido como el beneficio de unos pocos y la miseria y el hambre de la mayoría de la población mundial. Unos viven en mansiones valoradas en millones de euros y otros en chabolas infectas. Unos comen langosta y beben champán y otros son obligados a comer patatas, cuando pueden comer patatas. Culpan a los que viven en las chabolas y comen patatas de su propia suerte, porque no saben ganar dinero. Por supuesto, sólo tienen derecho a la Sanidad los que tienen dinero. El resto, a sobrevivir como puedan (Darwin en estado puro).
            Ese fanatismo económico, o nazismo económico, respaldado por “agencias de calificación”, que trabajan descaradamente para los especuladores financieros, ha llevado a los países de la Unión Europea a una presunta crisis económica… no es una crisis económica. Es un saqueo perpetrado por los bancos, que los ciudadanos de los países más pobres o con problemas de financiación, tienen que pagar. El delito de unos, lo pagan otros. Hacen su riqueza con nuestro dinero: los gobiernos actúan contra sus propios ciudadanos, defendiendo a los que han causado el problema. Una vergüenza total, una inmoralidad, que cuestiona la democracia y fabrica fanáticos dispuestos a cualquier barbaridad.

FANATISMO RELIGIOSO.- Uno de los pilares del fanatismo, que conduce a distintas psicopatías, es la religión, cualquier religión. La religión proporciona al fanático dogmas, excusas y un armazón ideológico: presuntas verdades reveladas por un ser superior… inexistente, aunque nos dicen que real. Los sacerdotes de ese dios inexistente moldean las “ideas” de los ignorantes, a partir de sus necesidades.
            En España conocemos muy bien el fanatismo religioso de la iglesia católica, una entidad de control social incrustada en el Poder desde hace siglos que obtiene a cambio importantes beneficios. La máximo expresión actual del fanatismo católico en España es Rouco Varela, un integrista, un alto jerarca de la derecha más extrema y extremada. Es el auténtico azote de los “psoístas” del PSOE (el socialismo o la social-democracia son otra cosa), a los que gustoso maltrata sistemáticamente, pese a que los “psoístas” les mantienen sus desproporcionados privilegios económicos (llevados también educación concertada), y de los que obtiene pingües beneficios: hasta les dejan inmatricular propiedades (apoderarse de edificios y tierras por la cara) que no son de su propiedad. La iglesia católica española ideológicamente está o es la extrema derecha: jamás ha defendido una causa noble o justa, jamás ha estado junto a los obreros.
            El fanatismo de la iglesia católica española es defendido con enorme agresividad por los medios de comunicación de la extrema derecha (desde Inter-Economía a El Mundo, pasando por La Razón o ABC), fomentadores de odio visceral contra la izquierda; y por el Partido Popular, una formación política muy, muy conservadora, rayana en lo más extremo de la derecha: hay una sumisión indigna hacia unos tipos que no dejan de ser una secta de parásitos sociales que llevan siglos esquilmando a España y a sus ciudadanos democráticos.

FANATISMO POLÍTICO.- En la realidad política española se ve diariamente los gruesos calificativos que, desde la derecha más integrista, se lanzan contra la izquierda. Hay muchos políticos que dan miedo, aunque hay un trío que provoca pánico y pavor:
Esperanza Aguirre.- La cólera de dios, una mujer muy agresiva y provocadora que culpa de todos los malos, inventados o producto de su maldad, a la izquierda. Su dogma: la salvación está en la derecha. Esta mujerona política fomenta el fanatismo, el odio político.
            Dolores Cospedal.- Fanática de la misma escuela: derecha integrista. No habla: insulta, ofende, acusa sin pruebas. Ha dicho auténticas barbaridades, sin que tenga respuesta judicial: fiscales y jueces miran para otro lado o recurren a la “libertad de expresión” para justificar lo que son insultos soeces, excesos verbales…
            José María Aznar.- Supuestamente retirado de la política, es el gran fanático e integrista de la derecha española, “la derecha sin complejos” capaz de meternos en una guerra ilegal e injusta, como la de Iraq. No soporta que el socialismo esté en el poder y no tiene reparos en denigrar, en sus actos internacionales, a toda España, si consigue echar a los socialistas del Gobierno. Es un odiador nato, que ladra o rebuzna, rebozándose en sus propias miserias: no tuvo reparos en manifestar su islamofobia con la frase “¿Me han pedido perdón los moros por estar ocho siglos en España?”. Aznar, que derrochó un dineral del erario público español para intentar obtener la medalla del Congreso americano, sin que le hayan pedido responsabilidades judiciales, es asesor de Rupert Murdoch, el magnate de la peor Prensa mundial, que recurre a los métodos más sucios e indecentes para vender periódicos.
            Todo el integrismo político, todo el fanatismo político español, es diariamente defendido por una legión de fanáticos y psicópatas, activistas de la derecha más extrema, en distintos medios de “información” de conocidos empresarios de la derecha más extrema: José Manuel Lara, propietario del grupo Planeta; Julio Ariza, del grupo Inter-Economía… En el blog “El ojo izquierdo”, de José María Izquierdo, periodista de El País, se analizan y reproducen diariamente las mentiras, barbaridades y monstruosidades de la extrema derecha, destinadas a fomentar el odio, crear malestar social y la división entre españoles. En esta lista de “cornetas del Apocalipsis”, en expresión de Izquierdo, están los que alimentan el fanatismo filo-fascista que desemboca en monstruosidades: Federico Jiménez Losantos, antiguo militantes de extrema izquierda; Pío Moa, terroristas del GRAPO durante la Transición política, que nunca fue detenido; César Vidal, odiador profesional, homófobo; Carlos Dávila, legionario de la antigua escuela, que se debe desayunar con aguarrás para entonarse; Gabriel Albiac, antiguo supuesto izquierdista; Alfonso Ussía, monárquico muy franquista; Antonio Burgos, señorito andaluz muy propenso a la injuria…

FANATISMO JUDICIAL.- Un sistema judicial democrático es uno de los pilares básicos de la democracia. Si el fanatismo político contamina e invade un sistema judicial, crecerá la extrema derecha y los movimientos políticos más radicales contra la democracia. Jueces atentos a defender la democracia aplican la ley con sentido de justicia (ley y justicia son cosas muy diferentes en las dictaduras… también en las democracias).
            En España, desgraciadamente, hemos visto la contaminación ideológica del Tribunal Supremo, mayoritariamente en manos de jueces de derechas o de extrema derecha. Los casos contra el juez Garzón, montajes artificiales carentes de pruebas (juzgar a un juez por investigar crímenes es como juzgar a un sacerdote por oficiar actos religioso), han desnudado al Tribunal Supremo, en manos de fanáticos, psicópatas e integristas. Porque Carlos Dívar, presidente del Supremo, es un ultra-católico, de comunión con el arzobispo Rouco Valera. ¿Qué crédito puede tener un juez dominado por el catolicismo ultra, que permite procesamientos como los de Garzón, sin ninguna base jurídica o pruebas contra el acusado?
            Los casos contra Garzón –España ha hecho un ridículo internacional, al modo de Franco con los juicios políticos de la dictadura– nos han permitido conocer a otros fanáticos dispuestos a ejecutar las peores acciones anti-democráticas, integristas como Luciano Varela, infiltrado en “Jueces para la democracia”, que demostró ser un juez prevaricador en la instrucción de la causa, buscando dejar en la más absoluta indefensión a Garzón; o Adolfo Prego, un tipo anti-demócrata, que no esconde su pasión por la dictadura franquista. Este muñidor contra Garzón ha dictado recientemente una sentencia que exculpa, disculpa y justifica el neo-nazismo con artificios jurídicos de dudoso contenido democrático (ver artículo de Jiménez Villarejo “¿Es el Supremo tolerante contra el nazismo?”. El País, 22/06/2011). Esa sentencia hubiera sido suficiente en un país democrático para expulsar de la carrera judicial a Adolfo Prego. Pero estamos en España, donde se permite a unos pocos fomentar el odio político, la violencia en sus muchas variantes.
            Si se permite impunemente sembrar odio político, si se mantienen las desigualdades sociales, culturales, económicas y políticas, obtendremos fanáticos psicópatas, integristas como Anders Behring. Hay que hacer algo más que llevar flores a las víctimas.

martes, 27 de septiembre de 2011

TODOS LOS JUEVES, TODOS...

Puerta del Sol. Madrid, 22 de septiembre 2011

  La semana del 19 al 25 de septiembre, 2011, estuvo marcada en Madrid por las huelgas y manifestaciones en el sector de la Enseñanza. El Gobierno autónomo que preside Esperanza Aguirre –la agresiva lideresa de la derechuza española, la cólera capitalista de Dios que insulta o injuria al primero que le lleva la contraria–, sigue la doctrina neoliberal de la Escuela de Chicago, que pretende acabar con la Educación pública, para que el sector privado, incluido el religioso católico, se enriquezcan a manos llenas. La fórmula es sencilla: Educación para los ricos. Los pobres, ¿para qué quieren estudios, si van a ir al paro, a la marginación o al infra-empleo? Por supuesto, la Educación privada, subvencionada con dinero público. Hay que saber interpretar el brutal capitalismo que defiende la Escuela de Chicago: socializar las pérdidas económicas y privatizar los beneficios.

     La mayoría de los profesores del sector público educativo de Madrid (y de otras comunidades españolas), se han puesto en huelga, apoyada por manifestaciones, en defensa de sus derechos y del derecho de los ciudadanos demócratas a la Educación pública. Madrid hierve, caldera en ebullición que algún día reventará contra todas las injusticias del capitalismo más salvaje que empobrece y humilla.
            Los irreductibles demócratas de la Plataforma contra la Impunidad, que piden solidaridad con las víctimas del franquismo, el jueves 22 de septiembre del 2011 volvieron a manifestarse durante una hora. En España hay más de 120.000 asesinados, enterrados en fosas comunes, en cunetas, arrojados a pozos y cuevas… los poderes públicos se niegan a abordar con decisión un problema que afecta a cientos de miles de españoles, incluidas las miles de familias a las que robaron sus hijos en distintas maternidades, en un indigno y delictivo negocio de compra-venta que los fiscales parecen no querer investigar.
            A cada vuelta solidaria, la pacífica marcha circular es fotografiada cientos y cientos de veces por turistas y curiosos. Y a cada vuelta, una parada frente al edificio que actualmente es la sede del Gobierno Autónomo, que durante el franquismo fue sede de la temida Dirección General de Seguridad, un centro de detenciones (ilegales) y torturas, célebre por su brutalidad contra los demócratas. Y durante la parada, los correspondientes cánticos:
            –En esta casa, se torturaba; en esta casa, se asesinaba (dos veces)… y ahora es... la cueva del PP.
            Y una vuelta más, y otra y otra, y otra más. No van a tolerar que la Memoria Histórica sea un olvido histórico. La derecha no quiere saber nada, o incuimple abiertamente la Ley de Memoria Histórica cuando se niega a retirar calles dedicadas a las más sañudas alimañas franquistas, o repone nombre de los fascistas que provocaron la guerra civil, los de la dialéctica de los puños y las pistolas.
            Volverán a estar el jueves 29 de septiembre y el 7 de octubre y el 14 de octubre y todos los jueves de octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero del 2012… Son los representantes de nuestra memoria histórica, imprescindibles en una democracia que parece que ha perdido los valores más elementales de la decencia.

jueves, 25 de agosto de 2011

PETER DALY, BRIGADISTA EN ESPAÑA

En Monageer (Enniscorthy, Wexford, Irlanda), el sábado 3 de septiembre del 2011, a las 18,30 horas (hora de Irlanda), se celebra un homenaje al brigadista Peter Daly, que combatió en España defendiendo la libertad y la democracia frente a los rebeldes de Franco, contra el fascismo.



En Wexford se ha creado la Peter Daly Society, que ha erigido un Memorial en Monageer (Enniscorthy), en recuerdo de Peter Daly. Al acto se ha invitado a Harry Owens, historiador de la guerra civil española; y a Teresita Trujillo, embajadora de Cuba. El acto contará con la participación, de Pol Mac Adaim, de Belfast, cantante de música Folk.
La Peter Daly Society se fundó tanto para erigir un el monumento a su memoria, como para crear un foro de debate sobre el socialismo y su aplicación para resolver los problemas contemporáneos de la sociedad irlandesa. La Peter Daly Society patrocina en Wexford debates políticos permanentes
En la obra “La batalla de Quinto, 1937”, de Gonzalo Lorén Garay (mayo del 2011), se cita la muerte de Peter Daly: “Día 25. Miércoles.- En el entorno de Quinto, los republicanos conquistaron la posición de Bonastre poco antes de las cuatro de la tarde. La estación de Pina había sido tomada poco antes. El Batallón Británico atacó sin éxito la posición 1 muriendo su jefe, Peter Daly. El Batallón Dimitrov tomó la Estación y, con ayuda de la 3ª Compañía del Batallón Lincoln, tomó la Fábrica de Cemento. Miembros de estos dos batallones habían estado limpiando la población, quedando sólo por ocupar algunas casas de la plaza. Al anochecer se consiguió cortar el suministro de agua a la posición nº 1. La iglesia fue finalmente conquistada tras duros combates. En el parte republicano se nombra la conquista de Codo y Quinto, en la última población se destacaba que la iglesia fue el último reducto en caer, defendido por los “falangistas y la Guardia Civil”. Así mismo se hacía mención a la ocupación de “todas las posiciones del sector de Pina”, refiriéndose a Bonastre y a la estación de Ferrocarril, aunque también se citaba un infructuoso contrataque nacional para recuperar la citada estación. Se indica que se apoderaron de 6 piezas de artillería en Quinto y dos cañones más en Bonastre”.
En el artículo “El Batallón Británico de la XV Brigada Internacional”, de Richard Baxel, también se cita a Peter Daly: “A mediados de agosto de 1937, la XV Brigada, incluyendo los 400 miembros del Batallón Británico fue trasladado al frente de Aragón, objetivo de una nueva ofensiva para tomar la ciudad de Zaragoza. El 24 de agosto se lanzó un ataque contra Quinto, un puesto fortificado cerca de Zaragoza, y al día siguiente (25 de agosto) se le ordenó al Batallón Británico que atacara la colina Purburel, poco defendida según informaciones del personal de la Brigada. La colina Purburel era un fortín natural que dominaba el pueblo. Fallaron los servicios de información: la colina estaba bien fortificada, siguiendo instrucciones de consejeros militares alemanes. Conquistar esa colina llevó dos días y la muerte del comandante del batallón, Peter Daly".

sábado, 9 de julio de 2011

Félix Grande, poeta, rompe 40 años de silencio

Foto: Pablo Torres
“EL DESPRECIO ES MÁS
INHUMANO QUE EL ODIO”

Su voz poética ha permanecido en silencio muchos años, sin que sepa las posibles razones. Su voz ha vuelto para estamparse en un bello texto, “La cabellera de la Shoá”, dentro de “Biografía”

Manchego, aunque nacido en Mérida (Badajoz), vivió su infancia y juventud en Tomelloso. De familia republicana –su padre fue guardia de asalto– tuvo que ganarse la vida como jornalero. Y aprendió a tocar la guitarra, empapándose con los sonidos propios del flamenco. Pero algo le llevó a dejar la guitarra para adentrarse en la Literatura. Su obra tendría su punto de partida en Antonio Machado, para desembocar en el compromiso social, en la reflexión sobre el lenguaje, o el erotismo.
En 1963 ganó el Premio Adonais por “Las Piedras”. Después vendría “Música amenazada” (1966), “Apuntes para una poesía española de postguerra” (1970). En 1978 obtuvo el Premio Nacional de Poesía por Las Rubáiyatas de Horacio Martín”, donde se advierte la presencia de Machado y Pessoa. Director de “Cuadernos Hispanoamericanos”, como narrador, también tiene una producción literaria importante: “Lugar siniestro este mundo, caballeros” (1980), “Fábula” (1991), “El marido de Alicia” (1995), “La balada del abuelo Palancas” (2003). Flamencólogo, ha publicado Agenda flamenca (1987), García Lorca y el flamenco (1992), Memoria del flamenco (1995. Obtuvo el premio nacional de Flamencología), y Paco de Lucía y Camarón de la Isla (2000).
–Tu regreso a la poesía se debe a un hecho traumático, tras una visita al campo nazi de exterminio de Auschwitz…
            –De hecho fue allí donde empecé a escribir de nuevo, sí.
            –¿Es tan duro que lo hay allí? ¿Todos aquellos kilos de pelo de miles de mujeres te impresionaron tanto?
            –Es mucho más duro de lo que uno imagina e incluso cuando llegas allí con información previa. Yo tenía ya en mi casa un montón de libros, documentales, libros de imágenes. Y cuando llegué, creía que conocía prácticamente todo el horror que había allí. Pero primero, las imágenes que has visto en libros o incluso en películas, son infinitamente menos intolerables que cuando lo ves allí eso mismo. Y segundo es que llegas allí y ves cosas que no habías visto nunca. En mi caso lo que más me sobrecogió fue precisamente esa mata de pelo, que no sabía que existiera, ni siquiera expuesta. Yo sabía que cuando llegó el Ejército Rojo y liberaron Auschwitz, se encontraron 7.000 kilos de pelo en un almacén, preparados ya para hacer con ello lo que habían hecho ya con otras remesas, enviarlo a la empresas alemanas para hacer esteras, alfombras… pero no era más que un dato informativo.
Pero cuando llegué, vi en un escaparate una inmensa mata de pelo de 1.950 kilos. El problema que me surgió fue que me pregunté ¿de qué color es ese pelo? Era sólo pelo de mujer: se supone que era pelo de mujeres rubias, morenas, castañas… de mujeres viejas con el pelo blanco, fuera de sus cráneos, fuera de la fluidez del oxígeno; pero mezclado todo, pasado por setenta años de edad.
De pronto vi un color que me di cuenta de que no podía reconocer. No había en ninguna de mis millones de neuronas una sola que reconociera ese color. Me di cuenta de que ese color no había existido nunca. Y tratando de averiguar el color, me acuerdo muy bien, vi que los ojos no me servían. Puse las manos, utilicé las manos de una manera arcaica, casi primate: la realidad con las yemas de los dedos. Y eso fue lo que me hizo sentir… ni siquiera sé lo que sentí. Creo que sentí una mezcla de odio, de terror, de infinita perplejidad: ¡estupor! Y sin darme cuenta me encontré buscando las palabras, de combinarla de un modo o de otro. Lo dejé porque no encontraba y empecé a escribir otras cosas. Finalmente dos años después volvieron las palabras. Las tenía constantemente. Dos años después me puse a escribir poemas sobre esa mata de pelo, a la que llamé la cabellera del holocausto, “La cabellera de la Shoá. Y realmente me di cuenta de que, sobre lo que ya había leído, opiniones en muchos libros, Auschwitz simboliza toda la aventura del nazismo y es un hachazo que parte en dos la historia. Es un instante de la conducta de la especie humana, que parte en dos la historia de la Historia. Un antes y un después.
            –¿Una metáfora del horror?
            –Pero no ya de una guerra, de los nazis contra los polacos, los judíos, los gitanos. No es sólo eso, que también; es que creo que nunca había habido un despliegue del mal tan profundo. Y sobre todo me di cuenta ya, reflexionando un año, dos años después de haber visto aquello, me di cuenta de que hay algo todavía más inhumano que el odio: el desprecio, el desprecio. Parece imposible cómo miembros de nuestra especie pueden despreciar tanto a miembros de nuestra especie.
            –Algo que no tengo claro… He leído que son 40 años sin escribir poesía, o sin publicar poesía…
            –He hecho re-ediciones. Por supuesto durante 40 años he seguido escribiendo libros, uno detrás de otro, entre otras cosas porque soy muy feliz escribiendo. He escrito libros sobre flamenco, de investigación, de relatos, una novela, pero poesía no había escrito. Había escrito solamente un libro, un poema muy largo, que no lo publiqué nunca, una de esas cosas que tienes para hacer terapia de choque, que está metido en un cajón…
            –¿Sigue inédito el texto?
            –Sigue inédito. Se titula “La deseternidad”. No sé si lo publicaré algún día… Pero de una manera más o menos regular, apacible, no había vuelto a escribir poemas desde que escribir Las Rubáiyatas de Horacio Martín. Han pasado cuarenta años largos, sí.
            –Como poeta, parece que estás en tierra de nadie… lo digo porque te sitúan, los que gustan hablar de generaciones, entre la Generación del 50 y los novísimos… ¿Eres un tipo inclasificable?
            –Bueno, sí. Pero no soy el único. Ya sabes… las particiones por generaciones o por grupos normalmente se hacen por varios motivos, todos lícitos, y uno de ellos es que, a la hora del estudio universitario, se puedan estudiar de una manera más sencilla, más racional y contextualizada. Pero de hecho hay varios poetas de mi edad, que han publicado sus primeros libros cuando yo, que llegamos un poco después de la generación del 50; y que ya, en líneas generales, tenemos muy poco que ver con aquel libro “Los novísimos” que era un libro de reivindicación de las estructuras formales y del lenguaje y de incorporación de ciertas mitologías cinematográficas, etcétera; y un abandono, con mayor o menor decisión intelectual, de las pulsiones sociales y civiles. Entre esas dos generaciones, entre esos dos grupos, hay bastantes poetas. Han impulsado una antología que llaman la “Generación de los 60”, yo qué sé.
            –Una cosa sencilla, o quizá compleja. No lo sé. ¿Se lee poesía en España? ¿Quién lee poesía en España?
            –Mira yo soy jurado frecuentemente de premios de poesía y veo que se escribe poesía, mucha poesía y se mandan muchos libros. La gente joven manda muchos libros a concursos y se sigue leyendo poesía. Te diré más: creo que hoy se lee más poesía que hace 50 años, pero mucho más. Nunca se habían hecho ediciones de 3.000 ejemplares. Es algo actual hacer tiradas de tres mil ejemplares que, por otra parte, se reeditan. Normalmente los libros de poesía, o los buenos libros de poesía, no se leen una sola vez: se prestan mucho y se leen más de una vez, entre otras cosas porque son breves. Y quizá porque tienen una tensión verbal, emocional, de inocencia, de autenticidad, que no acaba uno de encontrar en otros géneros literarios. ¿Por qué se lee poesía siempre? Sobre todo se empieza a leer y a escribir poesía en la adolescencia. Es una buena plataforma para asentar la angustia…
            –Vuelves también a hablar de Luis Rosales. Parece la historia interminable: nunca acaban de señalar a Rosales como responsable de la muerte de García Lorca. ¿No es demasiado injusto que se siga maltratando a Rosales?
            –Yo ya no he vuelto a escribir sobre esto. Hay una frase, que no recuerdo de quien es, que dice: “Calumnia, que algo queda”. Parece que es ser humano y las colectividades necesitan un chivo expiatorio en todo momento. Y en todo caso, parece que el cadáver más simbólico, más inolvidable de la guerra civil española es el cadáver de Federico. Y la mejor manera que han tenido muchos seres miserables para mantener ese símbolo vivo, de una manera política, es buscar un culpable. Además, le suele tocar la calumnia a los mejores. ¿Quién es el que más trató de ayudar a Federico? Rosales. ¿Quién es el que estuvo a punto de perder la vida por defender a Federico, fusilado por los suyos, pero hasta tal punto que hasta lo dice la prensa republicana de la época? Luis Rosales. No le iba a tocar a un ser insignificante que pasara por allí. Rosales era un buen poeta, muy amigo y discípulo de Federico, que se lo llevó a casa de sus padres para evitar que le pegaran, porque ya le habían pegado previamente. Supongo que pensaron que nadie le iba a secuestrar de la casa de unos falangistas. Y lo cierto es que fue lo que hicieron. Ya sabes que lo primero que hicieron, cuando supieron donde estaba,  es que fueron a buscarle una cuadrilla de pistoleros al atardecer, que previamente habían acordonado las calles y las azoteas con tiradores…
            –Debían ser muy peligroso García Lorca…
            –Lo que deducen, los que han estudiado el caso, entre ellos Ian Gibson, es que esos tiradores estaban allí para evidenciar que había unos falangistas traidores, que tenían a un rojo en su casa. Ya sabes que había una guerra entre la CEDA y Falange, lo que no quiere decir que los falangistas no participasen en el levantamiento… aquello fue espantoso. Pasó mucho tiempo: Luis Rosales tenía cada vez más testimonios a su favor, más investigaciones a su favor, sobre todo de extranjeros. Había venido Jean Claude Couffon, había venido Marcelle Auclaire, que era una mujer liberal; había venido Ian Gibson, un hombre de izquierdas… cuanto más se ponía en la mesa la inocencia de Rosales, más le acusaban los calumniadores. Finalmente comprendí que era inútil. Ahora me doy cuenta de que el libro que escribí lo hice no sólo para dar una alegría a Luis, sino para demostrarle que un amigo suyo, joven, estaba de su lado en esa cuestión –él sabía muy bien que yo venía de una familia republicana–. Y para quitarme de encima el problema que tenía constantemente cada vez que viajaba, sobre todo a América. Siempre me decían, incluso con inocencia, "Ah, Rosales, el que mató a Federico García Lorca". Y yo tenía siempre que discutir, poner pruebas, documentación sobre la mesa, hasta que escribí cuatrocientas páginas y ya me quedé tranquilo. De manera que ahora, que han paso veinte o veinticinco años, desde que publiqué el libro, cada vez que me encuentro a alguien, algún despistado, que casi siempre son gente sin mala fe, que les dieron información y la asumieron, les digo, “Sí tío, lo que tú digas”. Ya no discuto.

            –Una última pregunta, relacionada con la recuperación de Memoria Histórica. No parece haber mucho compromiso de los intelectuales españoles con la Memoria histórica, ¿no? Los hay de la Literatura, desde García Montero, Marcos Ana… los hay del mundo del Cine. Pero no parece haber mucho compromiso, y menos en defensa del juez Garzón, contra el que se han hecho auténticas barbaridades, sin aportar ninguna prueba…
            –Mi mujer, Francisca Aguirre, dice que “El olvido es la tumba de la democracia”. Mi mujer dice una frase, y se apoya en su historia familiar, en un hecho muy concreto: a su padre, los franquistas, le dieron garrote vil. Pero por lo menos ella puede llevar flores a su padre.
El problema es que la mayor parte, o muchos muertos, enterrados en cunetas, tienen todavía nietos que los quieren, incluso hijos que los quieren. Y no pueden llevarles flores nunca. Pero no sólo eso. Una comunidad, la conciencia colectiva, no puede hacer el duelo hasta que no pueda llevar los huesos a un sitio. Y el duelo hay que hacerlo y hasta que no esté hecho no se ha terminado aquel dolor, aquella llaga. Y es una llaga moral, colectiva. Y esto ha llevado entre otras muchas consecuencias indeseables a la crucifixión de un juez, de uno de los jueces más dignos, más valientes de este país y de este mundo. ¡Caramba! es el juez que ha puesto sobre la mesa de la Historia de la Justicia, la Justicia universal, el paso adelante que faltaba.
Recuerdo el día que salió la noticia de que habían detenido a Pinochet, gracias a la persistencia de Garzón. Nos llamó un amigo abogado para celebrarlo. Y me acuerdo que, contándonos lo que significaba eso en la historia de la jurisprudencia, se le saltaban las lágrimas. Era muy importante.
            La persecución contra Garzón es increíble, pero yo sospecho que no es solamente por la negativa a dejar que se remueva la tierra y se saquen los huesos. Hay más. Está toda la historia de Gürtel, que eso para ellos debe ser molesto; aunque ya no lo sé, no creo que les moleste. Porque les votan y les votan…

viernes, 17 de junio de 2011

ESCRITORES Y DEMOCRACIA (2) JORGE SEMPRÚN


El martes 7 de junio del 2011 fallecía en París (Francia) Jorge Semprún, un autor hispano-francés o franco español, desconocido en España, testigo directo y víctima de las barbaries totalitarias del siglo XX en Europa. Jorge Semprún, o Federico Sánchez, tenía tatuado en un brazo el número 44.904. Era su identificación en el campo nazi de exterminio de Buchenwald, donde estuvo a punto de morir, del que siempre recordaba el intenso olor a carne quemada.

           Nacido en Madrid (10 de diciembre de 1923), Jorge Semprún pertenecía a una adinerada familia de la alta burguesía. Nieto de Antonio Maura, político conservador que fue ministro con Alfonso XIII, marchó con sus hermanos a La Haya, ciudad en la que su padre era embajador de la República de España. Iniciaba así un exilio que ha durado hasta su muerte.
            En 1942 se afilió al PCE. Un año después fue detenido como miembro de la Resistencia. Fue torturado y deportado a Buchenwald. Se libró de morir porque fue fichado como estucador. En ese lugar de muerte y horror, llevó en el uniforme el triángulo rojo y la “S” de Spanier. Los presos de Buchenwald fueron liberados por tropas americanas el 11 de abril de 1945. Militante comunista, utilizó en la España de Franco la identidad de Federico Sánchez (Años 50). Federico se movía con soltura en un dictadura criminal y genocida que ya había sembrado todo el territorio de fosas, llenas de miles y miles de asesinados. Realizó un intenso trabajo clandestino, jugándose la vida. Pese a su fidelidad al Partido, fue expulsado en 1964: no se permitían las opiniones propias, las preguntas, las disidencias. La militancia política exige fidelidad absoluta. Jorge Semprún era un hombre inteligente, de una enorme formación: molestaba a los capitostes del comunismo español en el exilio. Fue ministro de Cultura con Felipe González (nombrado en julio de 1988). Su peripecia en esta faceta de su vida está narrada en “Federico Sánchez se despide de ustedes (1993). Esas memorias son irónicas y descarnadas: desnudan a algunos políticos que entienden el poder como un ejercicio propio de déspotas.
            Semprún contó su adolescencia en el exilio –diferente al obligado de 1939 para varios cientos de miles de españoles– en “Adiós, luz de veranos”; y su lucha contra el nazismo y su experiencia en un campo de exterminio, en “El largo viaje”, “Viviré con su nombre, morirá con el mío”, “Aquel domingo” y “La escritura y la vida”. Su expulsión del Partido Comunista de España está narrada en “Autobiografía de Federico Sánchez”.
            La mayor parte de la producción de Semprún está escrita en francés, incluidos los guiones cinematográficos para las películas “La guerra ha terminado” (Alain Resnais) o “Z la confesión” (Costa Gavras). Semprún es un caso raro y  atípico, dentro de la Literatura española –si se puede hablar de literatura, española o universal: la han convertido en entretenimiento para masas–. Se le podría encuadrar mejor dentro de los intelectuales que han marcado una época. En el caso de Jorge Semprún, su obra es la memoria de un tiempo: deja el testimonio del horror del nazismo y el fascismo (incluido el español, llamado franquismo) en Europa, el testimonio de la lucha en la Resistencia y la suerte de sobrevivir en un campo de exterminio. En España nunca tuvo el menor reconocimiento, posiblemente porque se desconoce su obra… o el conocimiento de su obra se limita a los selectos ámbitos de la burguesía que se mueve culturalmente entre el periodismo y la política: no se ha hecho el menor esfuerzo editorial en popularizar sus libros.
            El fallecimiento de Jorge Semprún ha generado una fuerte ola de necrofilia en España. Presuntos reputados autores, que llevan más de veinte años sin escribir una buena novela, se han sumado para homenajearle, para hacerse publicidad a su costa. Porque han narrado sus vivencias con Semprún, no para analizar su figura política o intelectual, y su repercusión en la sociedad; sino para satisfacer su egolatría y envanecerse de su presunta amistad o conocimiento.

domingo, 12 de junio de 2011

LA CIPRIANA EN LOS TÍTERES / THE CIPRIANA ON PUPPETS


Nunca tan pocos han hecho tanto daño a Izquierda Unida, porque la actitud de esa minoría de presuntos izquierdistas, al impedir que el PSOE gobernara en 60 corporaciones municipales, de 282 posibles, produce vergüenza ajena. Y no vale como excusa la derechización del PSOE, o la contra-reforma laboral realizada por el Rodríguez Zapatero. La realidad pura y dura es que el Partido Popular está en la derecha más extrema: vienen ajustes económicos y laborales brutales contra la clase trabajadora.

SUMMARY
Never have so few done so much harm to the "Izquierda Unida", because the attitude of the minority of suspected leftists, by preventing the PSOE ruled in 60 municipal corporations, of 282 possible causes embarrassment. And it does not excuse the rightward of the PSOE, or anti-labor reform by the Rodríguez Zapatero. Pure and simple reality is that the Popular Party (Partido Popular) is on the extreme right: economic adjustments and labor are brutal against the working class

Cayo Lara, secretario general de Izquierda Unida, dijo días después de las Elecciones Municipales y Autonómicas de mayo del 2011: “No habrá ningún alcalde o presidente popular, por la acción o omisión de miembros de Izquierda Unida”.
            El sábado 11 de junio del 2011, concejales electos pertenecientes a Izquierda Unida (IU), impidieron, por acción u omisión, que el Partido Socialista (PSOE) gobernara en 60 corporaciones, de las 282 posibles. Su posición política es increíble: prefieren que gobierne el Partido Popular, que representa a la derecha más dura y extrema de toda Europa, a que gobierne el Partido Socialista. Las razones para tamaña decisión, que merecen un análisis psiquiátrico, no parecen políticas.
José Bono, presidente de las Cortes de España, socialista católico español, dijo en la toma de posesión de Emiliano García-Page como alcalde de Toledo: “El caso que le hacen a Cayo Lara es el mismo que hacen en mi pueblo a la Cipriana en los títeres”.
            Nunca tan pocos han hecho tanto daño a Izquierda Unida, porque la actitud de esa minoría de presuntos izquierdistas produce vergüenza ajena: es algo impropio de la izquierda. Y no vale como excusa la derechización del PSOE, o la contra-reforma laboral realizada por el presidente Rodríguez Zapatero. La realidad pura y dura es que el Partido Popular está en la extrema derecha: preparan ajustes económicos y laborales mucho más duros contra la clase trabajadora. El PP tiene en sus filas a personajes que dan miedo: Esperanza Aguirre, Dolores Cospedal, Ruiz Gallardón, José María Aznar (con Julio Anguita hizo pinzas en el Congreso contra Felipe González), Javier Arenas, Francisco Camps, Carlos Fabra…