lunes, 2 de marzo de 2015

¿EL ARTE DE LUCIANO FABRO ES ARTE?

El diccionario de la RAE define Arte en su primera entrada como "virtud, disposición y habilidad para hacer algo". En la segunda entrada afina un poco más: "Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros". Es decir: cualquier cosa hecha por un humano puede ser Arte: desde "La piedad", de Miguel Ángel, a una taza de vater o un montaje con cáscaras de mejillones, si expresa una visión personal y desinteresada...
 Tres formas de poner las sábanas (1968)
 
     Las piezas que ideó y montó Luciano Fabro (Turín 1936 - Milán 2007), ¿son Arte? Pues si nos atenemos al diccionario RAE son Arte. Y vivimos tiempos de libre interpretación, en los que cualquier cosa es Arte. En la edición de ARCO 2015 un presunto artista ofrecía al módico precio de 20.000 euros un vaso de agua, conteniendo la mitad de agua. ¿Es eso Arte? Algunos dirán que sí, que es Arte; aunque la mayoría piense, sin atrever a decirlo abiertamente, que es una estupidez o ganas de llamar la atención.
    La definición de Arte del Diccionario Seco es bastante atinada: "Actividad humana encaminada a la creación de obras bellas". Y entonces nos preguntamos: ¿Colocar en tres bastidores tres sábanas blancas es una obra de Arte? Pues eso puede verse, hasta el 12 de abril del 2015, en una exposición antológica sobre Luciano Fabro presentada en el Palacio de Velázquez, del Parque del Retiro (Madrid, España), bajo el cuidado del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.


    Pero no es lo único que puede verse. Pueden verse también otras cosas, para algunos o muchos Arte, que le hacen a uno preguntarse: ¿Cuánto ha gastado el Reina Sofía en esta exposición? ¿Cuánto ha cobrado el comisario/a? ¿Cuánto el artista o herederos? ¿Quién ha patrocinado semejante muestra? Esos datos serían reveladores, justificarían los motivos por los que se hace una exposición. Porque resulta increíble que alguien financie una exposición de Luciano Fabro o de cualquier otros artista sobre la base de que sus obras son Arte. Y volvemos al punto de partida, atrapados en una fuerte contradicción: ¿quién determinada lo que es o no es Arte?

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