Admitimos frases hirientes y estúpidas, frases sinistras absolutamente inaceptables. Aquí van unos pocos ejemplos
NO HAY QUE MORDER LA MANO QUE TE DA DE COMER
Los capitalistas, auténticos depredadores que viven como cerdos bien cebados, han logrado imponer una frase repugnante, pretendiendo que nos dan de comer, reduciéndonos a la condición de perros: “No hay que morder la mano que te da de comer”. Esa gentuza, explotadores impíos, no sólo no nos dan de comer, si no que viven maravillosamente a nuestra costa, de nuestro sudor y sangre. Nos explotan, hacen que nuestras vidas sean una tragedia y pretenden que seamos agradecidos porque nos dan trabajo, cuando dan trabajo. ¿Qué puede hacer un empresario o un capitalista sin trabajadores? ¿Dónde estarían sus beneficios? Nuestro trabajo les da el suficiente dinero, los suficientes beneficios. La frase, muy humillante, propia de miserables, se la podrían meter por el…
ALGO HABRÁ HECHO
Esta siniestra frase tiene su origen en el franquismo. Los franquistas, verdugos de cientos de miles de asesinatos políticos, para justificar y ocultar sus asesinatos, cuando algún republicano aparecía muerto, en extrañas circunstancias, solían decir. “Algo habrá hecho”. De paso criminalizaban a las víctimas. El asesinado era el culpable: algo habría hecho.
Desgraciadamente esta frase sigue en vigor en nuestros días. Sirve para ocultar la realidad, para acusar sin pruebas, para injuriar: “Algo habrá hecho”. Desgraciadamente la frase ha cuajado en nuestra sociedad y se utiliza para denostar, para señalar, para justificar lo injustificable.
TODOS FUERON CULPABLES
Otra frase de origen franquista. Pretende que los golpistas de Franco y Mola fueron igual de culpables que los republicanos que defendieron la legalidad de la segunda República. Y es falso. Los únicos culpables fueron los que dieron el golpe de Estado, los que subvirtieron la legalidad, los que asesinaron para imponer una dictadura. No todos fueron culpables, por supuesto que no.
ASUMO LA RESPONSABILIDAD
España es un país de caraduras, de sin vergüenzas (separado) y sinvergüenzas (junto). Y la gran frase de los políticos mentirosos, cínicos y descarados, con una cachaza sublime, es “Asumo la responsabilidad”. O lo que es lo mismo: me quedo en mi puesto, no me voy de ninguna de las maneras, sigo forrándome me digan lo que me digan, haciendo lo que me dé la gana cuando me dé la gana, con la sonrisa en mi carita, mucho más si estoy implicado en algún caso de corrupción política o urbanística… “porque asumo la responsabilidad”.
Para comprobar cómo asumen los políticos españoles su responsabilidad, sólo hay que ver el número de políticos que dimiten cuando se equivocan o lo hacen mal o muy mal.
NO ESTÁ HECHA LA MIEL PARA LA BOCA DEL ASNO
Presuntos seres superiores, primos de Dios o de Buda como poco, personas humanas de alta intelectualidad son capaces de decirnos “No está hecha la miel para la boca del asno”. Vamos, que la música de Mozart, por ejemplo, está reservada para delicados oídos, que gozan casi sexualmente con las maravillosas composiciones del músico; o que la poesía de Neruda está únicamente destinada a personas humanas sensibles, que se embelesan con cada palabra del poeta chileno; o que la pintura de Velázquez sólo puede ser contemplada por ojos capaces de llorar ante tanta belleza.
Los que afirman que “la miel no está hecha para el asno” suelen ser unos tarugos pretenciosos, bobos vocacionales de cualquier clase social, necios viscositos que van por la vida de eruditos, pose pinturero, dando la brasa al primero que pasa por su lado. Hoy dan una lección de Gastronomía, mañana de Arte, pasado de Filosofía… suelen ser muy pesados, auténticos plastas. Posiblemente lo mejor que podrían hacer es, como los burros, mascar alfalfa de la que hoy día se ofrece en cantidades masivas: televisión basura, literatura industrial, presunto arte de artistas que no saben ni dibujar…
TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY
Me da la risa, me da la risa…. ¡Ay que me duele la mandíbula! ¿Todos somos iguales ante qué? Venga, por favor, que me da, que me da. ¿Iguales ante la ley? Qué chiste, qué gracia. ¡Ay, que no lo puedo resistir, que me va a dar algo de la risa! Todos somos iguales… sí, sí, sí, aunque algunos son más iguales que otros, especialmente los que tienen dinero para abogados y astillas. ¡Ay madre mía! ¿Quién sería el autor de la frase? Estuvo sembrado, sembrado: “Todos somos iguales ante la ley”. No puedo, no puedo seguir. Qué risa, qué risa.
¿Recuerdan a “Los Albertos”, los millonetis esos de la gabardina? Les probaron que se habían “llevado” varios miles de millones (de pesetas). ¿Fueron a la cárcel? ¿Recuerdan el caso del banquero Botín? La sentencia es clara, ¿no? ¿Alguien cree que Garzón no está condenado de antemano y que será declarado inocente por el Tribunal Supremo? ¿Han visto las instrucciones, sesgadas y malintencionadas que han hecho los jueces “demócratas” del Tribunal Supremo contra Garzón? ¿Alguien cree que el esposo de la infanta Cristina, el señor Urdangarín, será procesado o condenado por el “caso Noos” o como dientes se llame esa estafa? Decir que todos somos iguales ante la ley es sencillamente delirante y ridículo, tan absurdo como decir que todos tenemos derecho a la Sanidad , o a una vivienda digna. Pura tontería, vamos. Tienes derecho a Sanidad y Vivienda si tienes dinero. Si no, te pudres.
Para qué seguir…
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