Nunca tan pocos han hecho tanto daño a Izquierda Unida, porque la actitud de esa minoría de presuntos izquierdistas, al impedir que el PSOE gobernara en 60 corporaciones municipales, de 282 posibles, produce vergüenza ajena. Y no vale como excusa la derechización del PSOE, o la contra-reforma laboral realizada por el Rodríguez Zapatero. La realidad pura y dura es que el Partido Popular está en la derecha más extrema: vienen ajustes económicos y laborales brutales contra la clase trabajadora.
SUMMARY
Never have so few done so much harm to the "Izquierda Unida", because the attitude of the minority of suspected leftists, by preventing the PSOE ruled in 60 municipal corporations, of 282 possible causes embarrassment. And it does not excuse the rightward of the PSOE, or anti-labor reform by the Rodríguez Zapatero. Pure and simple reality is that the Popular Party (Partido Popular) is on the extreme right: economic adjustments and labor are brutal against the working class
Cayo Lara, secretario general de Izquierda Unida, dijo días después de las Elecciones Municipales y Autonómicas de mayo del 2011: “No habrá ningún alcalde o presidente popular, por la acción o omisión de miembros de Izquierda Unida”.
El sábado 11 de junio del 2011, concejales electos pertenecientes a Izquierda Unida (IU), impidieron, por acción u omisión, que el Partido Socialista (PSOE) gobernara en 60 corporaciones, de las 282 posibles. Su posición política es increíble: prefieren que gobierne el Partido Popular, que representa a la derecha más dura y extrema de toda Europa, a que gobierne el Partido Socialista. Las razones para tamaña decisión, que merecen un análisis psiquiátrico, no parecen políticas.
José Bono, presidente de las Cortes de España, socialista católico español, dijo en la toma de posesión de Emiliano García-Page como alcalde de Toledo: “El caso que le hacen a Cayo Lara es el mismo que hacen en mi pueblo a la Cipriana en los títeres”.
Nunca tan pocos han hecho tanto daño a Izquierda Unida, porque la actitud de esa minoría de presuntos izquierdistas produce vergüenza ajena: es algo impropio de la izquierda. Y no vale como excusa la derechización del PSOE, o la contra-reforma laboral realizada por el presidente Rodríguez Zapatero. La realidad pura y dura es que el Partido Popular está en la extrema derecha: preparan ajustes económicos y laborales mucho más duros contra la clase trabajadora. El PP tiene en sus filas a personajes que dan miedo: Esperanza Aguirre, Dolores Cospedal, Ruiz Gallardón, José María Aznar (con Julio Anguita hizo pinzas en el Congreso contra Felipe González), Javier Arenas, Francisco Camps, Carlos Fabra…
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