Javier Herrera publica “Luis
Buñuel en su archivo. De Los olvidados a Viridiana”, obra que estudia el
periodo mexicano del cineasta español, entre 1950 y 1961
Luis Buñuel dirigió en México, en
1946, "Gran casino", por encargo
de Óscar Dacingers, con Jorge Negrete y la cantante y actriz Libertad Lamarque.
La película fue un rotundo fracaso: estuvo los tres siguientes años sin
trabajar, viviendo con su mujer e hijos del dinero que todos los meses le
enviaba su madre desde España.
En 1949 su suerte cambió. Dirigió "El gran calavera": consiguió éxito y
la nacionalidad mexicana. En 1950 realizó "Los olvidados", película que
recuerda a "Las Hurdes, tierra
sin pan". La película no gustó por sus contenidos: pobreza y
miseria. Pero obtuvo el premio del Festival de Cannes (1951), reconocimiento
internacional y su rehabilitación como cineasta. Los olvidados es una de las tres
películas reconocidas por la UNESCO como Memoria del mundo.
Foto: Filmoteca Española
"Los olvidados" narra la
historia de unos niños en un barrio marginal de la ciudad de México. La
película se sitúa en la línea del neorrealismo italiano, al que Buñuel aportó sus
notas surrealistas: el sueño de Pedro, la obsesión por las gallinas o el huevo
lanzado hacia la cámara. Jaibo, uno de los protagonistas, escapa de un
correccional y se reúne con Pedro. Jaibo mata a Julián, el muchacho que le
delató; e intenta robar a un ciego al que, finalmente, maltrata en un
descampado. Cuando Pedro llega a su casa, se madre le niega la comida, aunque
le ofrece unas vísceras que Jaibo le arrebata, saliendo de debajo de una cama,
donde yace el cadáver de Julián. Otro niño, abandonado por su padre, entra al
servicio del ciego como lazarillo… Jaibo está condenado de antemano: es el peor
producto de la pobreza dentro de una espiral de maldad. Morirá abatido por la
Policía: su cadáver será metido en un saco y llevado a enterrar a lomos de una
burra.
Javier Herrera, especialista en Buñuel, que fue director
de la Biblioteca de la Filmoteca Española, entidad que conserva el archivo
personal del cineasta, ofrece en "Luis Buñuel en su archivo…" nuevas páginas sobre la etapa mexicana del director
español, la menos estudiada y conocida, a partir de documentos inéditos. En el
libro hay cerca de dos mil referencias a Buñuel, inéditas en su mayoría, entre
1950 y 1961, periodo de tiempo ceñido a dos de sus grandes obras maestras: Los olvidados y Viridiana.
Foto: Filmoteca Española
En España Buñuel dirigió "Viridiana", una co-producción hispano-mexicana, con guión
escrito junto a Julio Alejandro, a partir de una obra de Pérez Galdós. La
película obtuvo la Palma de oro del Festival de Cannes (1961), recogida por el
entonces director general de Cinematografía, José Muñoz Fontán. Pero el
periódico vaticano “L´Osservatore Romano” condenó la película por sacrílega y
blasfema y pidió la ex comunión de todo el equipo: incluso se atrevieron a
calificar la música, de Händel y Mozart, de perversa. La dictadura de Franco,
anegada de odio, prohibió la exhibición del film, como si no existiera, como si
no se hubiera rodado en España, y cesó a Muñoz Fontán. No se pudo proyectar en
España hasta 1977. En Viridiana hay
escenas inolvidables: los vagabundos en ausencia de los dueños de la casa,
organizan una comilona, una “última cena” de Jesús con sus apóstoles, con
“fotografía” incluida… o la escena propuesta por la censura franquista, que mejoró
el guión de Buñuel: Viridiana llama a la puerta de su tío, él abría y ella
entraba, cerrando la puerta tras ella. Los inquisidores de la censura impusieron
un final diferente: Jorge, Viridiana y Ramona juegan a las cartas, en una
referencia sutil a un trío sexual. Los censores se quedaron muy a gusto:
convirtieron una relación sexual de pareja en un trío.
La dictadura de Franco permitió rodar a Luis Buñuel en
España, para dar una imagen de apertura del régimen, vendiendo el regreso del
cineasta como el de otro intelectual díscolo que volvía al redil, tras muchos
años de exilio político en México. Pero el éxito político de la película
desnudó a los secuaces de la dictadura: mostraron todas sus carencias, su rechazo
a la libertad… aplicaron toda la represión que pudieron contra quienes se
atrevieron a reírse o criticar el catolicismo fanático rampante.
Pablo Torres
“Luis
Buñuel en su archivo. De Los olvidados a Viridiana”. Javier Herrera. Fondo de
Cultura Económica. Madrid, España, 2015.
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