sábado, 9 de marzo de 2019

8-M EL INICIO DE LA REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES





          Hacía mucho tiempo que no veía, por dentro, una manifestación tan multitudinaria en Madrid. El 8-M, 8 de marzo del 2019, se ha convertido en la fecha símbolo de la revolución que las mujeres han iniciado en todo el mundo contra lo que llaman el patriarcado, que mejor sería decir contra el feudo-capitalismo machista y salvaje que lleva siglos machacando a mujeres y hombres, bastante más a las mujeres.
                La explotación de los hombres ha sido brutal, durante siglos; la explotación de la mujer ha sido aún más brutal. Han cargado con el trabajo dentro y fuera de la casa, más la educación de los hijos, más el cuidado de los viejos, más la explotación sexual… y da la sensación de que han iniciado una revolución para cambiar las cosas y conseguir un mundo más más justos, más igualitario.
                La tarea de las mujeres es difícil. Se enfrentan –y deberíamos estar a su lado– al poder de los hombres que dominan las sociedades utilizando las estructuras económicas capitalistas, apoyadas en bastantes casos por sectas religiosas: no se enfrentan a los hombres que viven de su salario, víctimas también de ese capitalismo de corte feudal, o nuevo feudalismo en sus formas más actualizadas. A los poderosos, a todos esos poderosos de la Lista Forbes que esconden sus fortunas en paraísos fiscales, es difícil arrebatarles su poder: transformarán las formas externas, para dar sensación de cambios, pero seguirán instalados en el poder, explotando económicamente a las mayorías, obligándoles a vivir en la pobreza, en la precariedad, en la necesidad. Los políticos son, en la mayoría de los casos, los lacayos, los capataces de los banqueros, de los propietarios de las grandes multinacionales: permiten la presión de los lobbys, hacen las leyes a su medida, no a la medida de los ciudadanos que les votan.
                Por supuesto que hay mujeres enemigas de las mujeres: los ejemplos se contarían por miles: Margaret Tacher, la llamada dama de hierro de la derechuza británica; Ángela Merkel, lacaya del neocapitalismo más salvaje, dispuesta a machacar a la mayoría de los países europeos; Ana Botella, emblema de la derecha franquista española, que no distingue entre peras y manzanas; Inés Arrimadas, eterna ofendida por los independistas catalanes (no dejan de ser de derechas).
                Las mujeres tienen un reto difícil, casi imposible. Son muchos los hombres que están contra ellas, con poder y sin poder. Los poderosos utilizarán a los hombres no poderosos, dispuestos a cualquier barbaridad a cambio de las migajas de los nuevos señores feudales: han sustituido sus fortalezas de gruesos muros, por grandes edificio que llaman inteligentes, tan altos que quieren tocar las nubes, tan inaccesibles como los castillos medievales.
                ¿Lograrán las mujeres hacer la revolución contra el poder de los hombres poderosos, que durante siglos y siglos han impuesto formas brutales e inhumanas de explotación laboral a hombres, mujeres, niños…? Ojalá… los hombres medios, digamos corrientes, hace tiempo que claudicamos frente al feudo-capitalismo brutal y salvaje que impone nuevas formas de esclavitud, a través de la precariedad laboral, el precio de las casas… utilizando el fútbol, las apuestas, el alcohol, las drogas, la prostitución como distracciones.

Pablo Torres
Madrid, sábado 9 de marzo 2019
 

domingo, 13 de mayo de 2018

“¡NO PASARÁN!”, MEMORIA DEL PUEBLO DE MADRID CONTRA LOS FRANQUISTAS



La Sala de Bóvedas de la Casa de la Panadería es el escenario de la exposición “¡No pasarán!”. Narra los 16 días de noviembre de 1936 cuando el pueblo de Madrid se organizó para impedir que las tropas franquistas tomaran la ciudad. La muestra forma parte de la programación del IV Centenario Plaza Mayor



Fotografías, carteles, películas y documentos inéditos componen la exposición “¡No pasarán!”. Narra los 16 días de noviembre de 1936, cuando el pueblo de Madrid se organizó para combatir contra las tropas franquistas, contra el fascismo y por la libertad y la democracia. Los generales Mola, Franco y otros oficiales “africanistas” provocaron la guerra civil al dar un golpe de Estado el 17 de julio de 1936, que fracasó en madia España. La exposición se sitúa en la Casa de la Panadería, sala de Bóvedas, a pocos metros del lugar donde se alzó la emblemática pancarta de “No pasarán”, en la calle Toledo.

En la muestra los protagonistas son los madrileños anónimos. La exposición ha sido organizada por la Oficina de Derechos Humanos y Memoria de Ayuntamiento de Madrid. Centra su relato en el comportamiento colectivo del pueblo madrileño, en los diferentes aspectos que marcaron las más de dos semanas de la defensa de la capital, asediada por las tropas rebeldes que, en su camino hacia Madrid, habían dejado un rastro genocida en toda Andalucía y Extremadura.

La exposición “No pasarán. Madrid 1936. 16 días” se ofrece en 16 unidades temáticas correspondientes a las jornadas de la batalla. Los visitantes pueden ver un relato desde la historia de las personas anónimas, porque “la batalla de Madrid y su resistencia adquiere sentido reivindicativo por el comportamiento colectivo de los madrileños. Fueron ellos los que ganaron la batalla. (...) fue el pueblo de Madrid, sus barrios, sus hombres, sus mujeres sus viejos, sus jóvenes... los que lucharon por la República y por la libertad.”.

 En el espacio se puede ver uno de los diez carteles originales que el Ayuntamiento de Barcelona ha donado al de Madrid: refleja la solidaridad del pueblo catalán con los madrileños asediados por los rebeldes franquistas en 1936. También está una escultura en bronce de un joven miliciano conocido como “El Madriles”, realizada en yeso durante la Guerra Civil por el escultor Josep Viladomat (será adquirida por el Ayuntamiento para el Museo de Historia de la Ciudad).


UN MANUSCRITO DE FRANCO.- En la muestra hay un manuscrito del general Franco, un auténtico genocida, fechado el 29 de octubre de 1936: “Españoles: Se acabó el engaño. Las fuerzas nacionales están a las puertas de Madrid. Si conscientes de vuestra situación entregáis las armas y os sometéis sin resistencia, os prometo una justicia serena; y, si por el contrario, persistís en el error que empeña la lucha, no pueden calcularse las proporciones del castigo”. Este siniestro personaje no pudo cumplir sus amenazas en aquel momento. Su venganza contra los republicanos que defendieron la legalidad de la segunda República, contra los que lucharon por la libertad y la democracia, llegaría tras finalizar la guerra civil, en abril de 1939. Franco y sus valientes falangistas sembraron toda España de fosas comunes. Los cálculos indican que más de 100.000 demócratas fueron asesinados y enterrados en todo tipo de fosas.


LA RESISTENCIA.- El 7 de noviembre de 1936, Madrid se convirtió en el principal frente de batalla de la Guerra Civil. Las tropas de Franco, que habían tomado posiciones en la Casa de Campo y en la orilla izquierda del Manzanares, a escasos kilómetros del centro de Madrid, recibieron la orden de asaltar la ciudad.

A partir de ese momento, en el que los sublevados daban por conquistada la capital y los defensores estaban dispuestos a resistir, se suceden los acontecimientos de forma vertiginosa:

1.- Las tropas republicanas reciben la orden de llevar la defensa de la ciudad al límite.

2.- El Gobierno de la República abandona la capital para instalarse en Valencia.

3.- Madrid se convierte en un campo de batalla, lleno de trincheras y fortificaciones improvisadas.

4.- Los bombardeos de la aviación rebelde, contra la población civil se suceden diariamente, convirtiendo a Madrid en la primera gran ciudad europea que sufrió un bombardeo aéreo.

5.- Miles de voluntarios de toda España se dan cita en Madrid para luchar contra el fascismo

6.- Las Brigadas Internacionales, compuestas por miles de voluntarios extranjeros, se unen a la defensa de Madrid.

7.- Cientos de miles de refugiados, fueron evacuados.

Finalmente, el 23 de noviembre, con las tropas sublevadas mermadas y, al igual que las fuerzas defensoras, al borde de la extenuación, Franco decide que Madrid deje de ser un objetivo militar preferente. La incapacidad militar de los sublevados para tomar Madrid, por la resistencia de los madrileños, fue  toda una victoria para el pueblo libre y democrático.



Pablo Torres


Exposición abierta hasta el 1 de julio 2018.




sábado, 2 de diciembre de 2017

LA GASTRONOMÍA EN "PASOS EN LA NIEBLA" NOVELA NEGRA DE PABLO TORRES



En las novelas negras de Pablo Torres, la gastronomía ocupa un lugar importante, para definir unos modos de vida. En las grandes ciudades, predomina la cocina internacional: desde el sushi japonés al kebabh turco, de origen griego. En “Pasos en la niebla" (The sky road)” (Ediciones Atlantis, 2017) encontramos las siguientes referencias gastronómicas:

Foto: Pablo T. Guerrero (Wicklow, 2017)
COMIDA JAPONESA.- Encontramos una comida tradicional japonesa, una  “kaiseki”, definida por Laura como:

“una experiencia espiritual y estética en un conjunto preparado para el deleite de los sentidos, música incluida. El local, cuidado hasta el último detalle, tenía espacios separados: luz tenue, música minimalista suave que llega sin estruendo. Les sirvieron un menú “Ichiju sansai”, un bol de arroz, una sopa y tres acompañamientos, empezando por un “sashimi”, una lámina de pescado crudo –Tad lo miró con recelo–. Después un platillo a la parrilla, con “renkon” (raíz de loto) y “takenoko” (brotes de bambú); para cerrar con un platito de carne cocida a fuego lento, hecha con cerdo, vaca, pollo, cordero y caballo. Para el sushi, salsa de soja y wasabi; para diferenciar los sabores, unas láminas de jengibre.

Empezaron la comida y empezaron las dificultades para Tad. Los palillos, o “hashis”, se le cruzaban entre los dedos de la mano derecha, dificultando coger los productos; y el wasabi, elaborado con raíz de rábano picante, le incendió la boca. Un vaso grande agua apagó aquel pegote verde extendido por el interior de la boca: le había abrasado, dormido la lengua y el paladar” (Cap. 3. LAURA).
 
En "Pasos en la niebla" (Ediciones Atlantis) hay espacio también para los mega-exquisitos que sólo beben agua minerales de alto precio:
AGUAS MINERALES.- En esta sociedad de consumo, donde priman los valores del capitalismo, las aguas  minerales se han convertido en un producto de lujo, comparable al caviar. Así lo ve reflejado Tadeus Kunzt:

“El chef le indicó que disponía de agua mineral sin gas Lauquen, reserva de La Patagonia argentina, obtenida de los hielos de los Andes a cuatro grados de temperatura; también tenían aguas de Chateldon (Francia), Cloud Juice (Australia) e Iskilde (Dinamarca)…” (Capítulo 5. El señor D).
 Foto: Pablo T. Guerrero (Hotel Marfield. Gorey, Irlanda)

MENÚS CAROS, CARÍSIMOS.- La nueva gastronomía o Alta Cocina, ¿cómo podía entenderse? Se han impuesto los menús caros, carísimos; las raciones pequeñas, pequeñísimas. Tadeus, Eduardo y un cliente de la Agencia cenan en un restaurante renombrado, con muchas estrellas michelín, michelón…

“El primer plato sería bacalao del día, traído desde el Atlántico norte, crudo, troceado, dispuesto sobre una “cama” de yogur con menta y pepino temprano cultivado en Madagascar, laminado y especiado con cardamomo y semillas molidas de cilantro, con pepitas de sal del Himalaya y bayas de enebro de un bosque de hayas.

                El segundo plato sería anguila ahumada con madera de roble americano, en fosa caliente, acompañada de una crema “all i pebre”, complementada con ciruelas pasas hervidas en vino de Oporto.

                El plato principal sería un chuletón limpio de buey de Kobe, criado conforme a la más estricta tradición japonesa de Hyogo. El maitre les explicó que el buey de Kobe, un toro castrado, fue introducido en Japón en el siglo II, como animal de carga para el cultivo del arroz; que estos animales recibían masajes templados en los lomos, con sake; que los bueyes escuchaban música clásica, para relajarse; y que una vez a la semana les daban un cubo de la mejor cerveza checa…” (Capítulo 5. El señor D).
MERLUZA.- Cuando tiene que comer sin tratar de deslumbrar a nadie, Tadeus pide platos de la mejor gastronomía:

“Fueron a comer al restaurante de una casa regional, donde les sirvieron una excelente merluza, acompañada de un vino blanco joven, afrutado” (Capítulo 6. EMMA).
COCINA IRLANDESA.- Una parte de la novela se desarrolla en Irlanda. Tadeus Kunzt tiene que adentrarse en unas maneras de alimentarse que le son extrañas. Algunos platos pueden sorprendernos: Ostras con cerveza, Irish stew, Chowder...
 Foto: Pablo T. Guerrero (Hollywood, Irlanda, 2017)

OTRAS CON GUINNESS.- “Callejeando se topó con el Temple Bar […] Se decidió a entrar y, en medio de aquel barullo de gente, fue capaz de pedir ostras, acompañadas de una pinta de Guinness, rompiendo su norma de no beber alcohol, salvo casos especiales […] El sabor le resultó complejo, difícil de definir: mar y cerveza negra con retrogusto a café, estimulando el paladar…” (Capítulo 8. DUBLÍN).

IRISH STEW.- “En la planta alta, en el restaurante, degustaron un auténtico “Irish Stew”, el guiso nacional irlandés. Les sirvieron grandes platos del estofado elaborado con cordero, patatas, cebollas, zanahorias… cocidos con cerveza negra, junto con unos boles de verduras hervidas y puré de patatas como acompañamiento. Les resultó un plato contundente, de los que quitan el hambre” (Capítulo 8. DUBLÍN).

CHOWDER.- “Le sirvieron “Irish sea chowder”, plato sabroso y contundente, una sopa cremosa de origen francés donde se podían ver trozos de lomos de salmón, bacalao, merluza, gambas peladas. Los mejillones adornaban el conjunto, donde las patatas y los trocitos de zanahoria, complementaban el sabor. Le explicaron que el “Irish sea chowder” había sido preparado a partir de un sofrito leve de la cebolla, apio, zanahoria, cebolleta… añadiendo agua hasta que empezó a hervir, añadiendo después las patatas, el salmón, el bacalao y las gambas. Hicieron la crema, con leche, nata líquida y vino blanco; engordaron la crema con mantequilla y harina de trigo para obtener una textura especial. Junto al plato pusieron rebanadas de pan de molde, hecho con trigo, centeno y soda… y una fuente mediana con patatas, de la que hubieran podido comer tres personas” (Capítulo 9. CLIFDEN).

         SALMÓN FRESCO, FISH and CHIPS.- En el pueblo de Clifden indican a Tadeus Kunzt que hay distintos restaurants en lo que comer bien:

En la Market Street está (restaurante) “Cullens”, donde pueden comer salmón fresco de Connemara o el “Irish Lamb stew” (estofado irlandés de cordero). También tienen “Beef´n Guinness” o “Fish and chips”, ahora frito con aceite (normalmente de palma). Los antiguos (irlandeses) los freían con grasa (de vaca). Tienen una buena tarta de Rhubard” (Capítulo 9. Clifden).
 Foto: Pablo T. Guerrero (Hollywood, Irlanda, 2017)

SALMÓN DE CONNEMARA.- “Tad pidió salmón ahumado de Connemara, ofrecido como el mejor pescado de la región; Javier se decidió por un “Fish and chips”, también con bacalao de la zona. Ambos platos fueron acompañados de fuentes de patatas fritas, asadas, en puré… Y su correspondiente pan casero de soda. Renunciaron al postre: no podían acabar la comida” (Capítulo 9. CLIFDEN. Página 97).
EL BENDITO MACKEREL.- En otro restaurante, Tadeus y Javier vuelven a degustar platos irlandeses:

       "Decidieron aliviar la sed en el “Oliver´s”, donde fueron bien recibidos. Javi no renunció a sus pintas de negra. Tad sacó fuerzas de flaqueza y renunció a la bebida sacra irlandesa. En el menú del día anunciaban como plato fuerte una ensalada de mackerel o caballa, en sus distintas presentaciones: fresco, ahumado, en conserva” (Capítulo 9. CLIFDEN).
BACON and CABBAGE.- En Kilkenny ofrecían “Bacon and cabbage” (panceta con coles o coliflor) y setas calientes “Hot musrooms” y crema de queso con tomillo (Capítulo 12. Smithwick´s Experience).

DESAYUNO BRUTAL.- En toda Europa central y del norte desayunan de forma brutal. Tadeus se sorprende de que se pueda engullir tanta comida poco después de levantarse:

“En el comedor del hotel hicieron un desayuno frugal: unos cafés con leche y unas “muffins”, grandes magdalenas mantequillosas con frutos del bosque, selectivamente arándanos y frambuesas. Ver comer en las mesas próximas, a las nueve de la mañana, una bandeja de salchichas, béicon, huevos fritos, judías y pan de soda, más otros embutidos, soliviantó sus estómagos (Capítulo 12. Smithwick´s Experience).

PORRIDGE.- Forma parte del desayuno, especialmente para los niños. Tadeus y Javier hablan del porridge:

                –¿Has comido alguna vez porridge? –Tad, dirigiéndose a Javier–.

                –En una ocasión. Quise probarlo, porque hay gente que desayuna con esa papilla de avena azucarada. Pero la verdad es que no me gusta. Es demasiado dulce al paladar, aporta demasiadas calorías. Luego supe que era el desayuno de los presos y decidí no volver a comer esas gachas blanquecinas, que les encanta a los niños (Capítulo 12. Smithwick´s Experience).


 El Pub "French", en Gorey, uno de los lugares
preferidos de Pablo Torres (Foto: Pablo T. Guerrero. 2017)
 PATATAS CON QUESO FUNDIDO.- Plato de origen normando, las patatas irlandesas mejoran con un buen queso que se funda:

“… se impuso su fuerza de voluntad para rechazar la bebida sacra: “Mejor agua de grifo para no enturbiar la cabeza”. Y para no beber a palo seco, pidió unas patatas asadas con queso fundido: un aperitivo contundente para recuperar fuerzas después de haber recorrido la ciudad en sus lugares más emblemáticos” (Capítulo 12. Smithwick´s Experience).
BACON Y REPOLLO.- Plato de la Cocina tradicional irlandesa, recomendable para los paladares del sur, acostumbrados a la gran comida española. Notarán la enorme diferencia de sabores:

       Eligieron menús diferentes, como de costumbre. Tad quiso un plato tradicional, antaño de familias pobres: “bacon and cabagge” (béicon y repollo). Javier pidió una “chowder” de primero, con salmón, bacalao, marisco y crustáceos; y un “Colcannon”, un puré de patatas con hojas de col y cebolla” (Capítulo 13. La casa de St. Michael Street).

John Cleggan
Macroom. Cork, Munster, Ireland
25 de noviembre 2017