Dentro de unos días, el Partido Popular volverá a ganar las Elecciones Municipales en Miguel Esteban. La maldición volverá a cumplirse, atrapados en el tiempo de la dictadura franquista. Es la maldición que afecta tanto a los migueletes demócratas, condenados a perder, elección tras elección; como a los votantes del PP, víctimas de sí mismos, incapaces de despojarse de su arnés franquista que les impide ser libres
Para encontrar un ayuntamiento democrático de izquierdas en Miguel Esteban, pueblo de La Mancha toledana, hay que remontarse a 1936, en tiempos de la segunda República. El Frente Popular ganó las elecciones y posibilitó un consistorio que se definiría por la defensa de la libertad y la democracia frente a las alimañas de Falange y otras organizaciones de las derechas que conspiraban para acabar con la República. Todos los representantes municipales de izquierdas fueron asesinados en 1939, tras la victoria de los franquistas en la guerra civil.
Durante el periodo franquista (1939-1975), los alcaldes y concejales eran elegidos a dedo en función de su lealtad a la dictadura. Miguel Esteban no fue la excepción. Los más franquistas, de mayores recursos, afectos al criminal Franco, eran designados a dedo. Ejercían su poder a la manera franquista: el que se movía, palo y tentetieso. Así, hasta que finalmente murió el sanguinario genocida.
Recuperada la democracia, a partir de 1975, volvieron las elecciones. Las personas dejaron de ser subditos, para recuperar su condición de ciudadanos libres. Y desde entonces, en Miguel Esteban, siempre se vota mayoritariamente derecha; porque derecha era la UCD (Unión de Centro Democrático) y AP (Alianza Popular). El PSOE siempre quedaba como segundo fuerza política, a cierta distancia de la derecha.
En la comarca donde se localiza Miguel Esteban, junto a pueblos como Quintanar de la Orden, El Toboso, La Puebla de Almoradiel, Quero... se ha registrado cierta alternancia política, en los últimos treinta y siete años. La excepción es Miguel Esteban, un pueblo que parece condenado a votar mayoritariamente derecha; algo así como un castigo sisífico, producto de una alienación mental imposible de desentrañar. ¿Por qué siempre votan a la derecha? ¿Tanto les asusta la izquierda? ¿reivindican su franquismo?
En España, las derechas siempre se han ocupado de sus propios intereses, al margen de los problemas reales de la población. Para las derechas, son más importantes los beneficios de unos pocos (los de los empresarios amigos, en su capitalismo de amiguetes) que los intereses del ciudadano medio. Por supuesto, siempre coaligados con la iglesia católica, la gran receptora de privilegios económicos de las derechas, desde el primer franquismo: no pagan IVA, se les financia con dinero de todos los españoles (sean católico, ateos o protestantes), se apoderan de edificios y solares públicos, como la Mezquita de Córdoba, porque una ley franquista todavía en vigor les permite inmatricular propiedades a su nombre prácticamente a coste cero...
Dentro de unos días, el Partido Popular (involución de la UCD y AP) volverá a ganar las Elecciones Municipales en Miguel Esteban. La maldición volverá a cumplirse, atrapados en el tiempo de la dictadura franquista: Sísifo habrá llegado a la cima con su pesada piedra a hombros y al dejarla en el suelo rodará hasta la base de la montaña, desde donde volverá a cargársela a la espalda y subirla hasta la cima. Es la maldición que afecta tanto a los migueletes demócratas, condenados a perder, elección tras elección; como a los votantes del PP, víctimas de sí mismos, incapaces de despojarse de su arnés franquista que les impide ser libres. Detrás de esa brutal alienación de la mayoría migueleta hay un trabajo decidido y eficaz: la iglesia católica, controlando y fomentando sus irracionales creencias; las fuerzas vivas, intoxicando todos los días con propaganda de baratillo: ojito con los "rojos", especialmente los socialistas (los comunistas son una fuerza residual, con porcentajes ínfimos de votos).
Las fuerzas vivas del PP en Miguel Esteban, de la derecha más rancia y reaccionaria, han obsequiado a los migueletes una pancarta delirante para estas elecciones del 2015: "Miguel Esteban está con Rajoy, Cospedal, Vicente Tirado y Pedro Casas nuestro alcalde". La pancarta es la bandera de la España monárquica. Y el lema pancartero brilla por su gran mentira: "Miguel Esteban está...". No. En todo caso será: "la mayoría de los migueletes, que viven en Miguel Esteban, está con...". Pobre destino el de Miguel Esteban, un pueblo condenado al franquismo más esperpéntico.
Pablo Torres
[Madrid, 10 de mayo 2015]